Hay que cuidarlos
La novedad del Mesías se manifiesta en la presencia de Dios en medio de su pueblo: ya no será a través del antiguo templo sino en el nuevo templo del cuerpo de Jesús, destruido y levantado. Si en otro tiempo el templo fue la esperanza de Israel, Jesús es nuestra única esperanza
"La casa de mi Padre" es lugar de encuentro con el Señor, con los hermanos de comunidad. Es un lugar de escucha de la Palabra, de la necesidad del otro, del grito de los pobres, del dolor de los enfermos. Hay flores, luz, música, vida. Se reza, se canta, se celebra.
El templo es un lugar sagrado donde se reúne la comunidad, espacio sagrado donde Dios habita. Cuando se devalúa lo sagrado, se infravalora lo humano. Cuando se comercia con lo sagrado se desvirtúa lo divino y lo humano. El respeto y la valía hay que cuidarlos.
Somos templos del Espíritu Santo. Estamos habitados, por Aquel que creo las maravillas del cosmos. VIVIR EN GRACIA, ES VIVIR EN DIÁLOGO Y AMISTAD CON DIOS.
Primero llénate del entusiasmo, del gozo íntimo que produce Dios en nuestro corazón cuando oramos en lo escondido. Después, sal al mundo y deja que ese manantial de amor, de alegría que nos inunda se derrame en los demás. Nadie puede dar lo que no tiene.
Comentarios
Publicar un comentario