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Mostrando entradas de enero, 2025

A la hora décima

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  "Hemos encontrado al Mesías"    (Jn 1,35 42) Jesús no impone. Propone. Pregunta para descubrir las inquietudes que nos habitan. Invita a vivir la experiencia del encuentro. Suscita el ser transmisores de la vivencia. Respeta nuestra libertad y nos muestra el camino de la auténtica felicidad. Un testigo nos ayuda a llegar a Jesús, queremos estar con Él, le descubrimos como maestro, como alguien importante, nos hace sitio, nos invita a estar con Él. Es importante lo que hacen estos dos discípulos de Juan, que luego serán de Jesús, quedarse.   La mirada profunda de Jesús traspasa las apariencias y llega al hondón de la persona para relacionarse con ella. La mirada de los discípulos termina en el seguimiento. Los discípulos escuchan, ven, se ponen en movimiento y siguen a Jesús.     Mi vida siente tu mirada de amor, que la invita a ir contigo. Mi historia tiene sentido cuando te encuentro, Jesús. Quiero escuchar tu ...

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  “Éste es el Cordero de Dios  que quita el pecado del mundo”   (Jn 1,29-34)   "Pero, el Señor ¿por qué había elegido el cordero como símbolo privilegiado? ¿Por qué se mostró, incluso, de ese modo en el trono de la eterna gloria? Porque él estaba libre de pecado y era humilde como un cordero".   Sta. Teresa Benedicta de la Cruz "He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma" Cuando parecía que el cielo y la tierra estaban separados e incomunicados, el Espíritu de Dios baja del cielo en forma de paloma. La Navidad, el "Dios-con-nosotros" lo cambia todo. La luz, la vida y la alegría ya forman parte de este pueblo que tanto ha caminado en tinieblas. Jesús es el nombre que trae la fuerza y la presencia del Espíritu. Preparemos nuestro corazón, nuestra vida, para tener un encuentro con Él, después el testimonio será imparable, no podremos dejar de anunciarle. «Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ése es e...

La voz de la Palabra

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  "En medio de vosotros hay uno. que no conocéis" (Jn 1, 19-28)   Esta es la mayor paradoja en que vivimos: que el enviado de Dios, el Dios-con-nosotros, el Salvador del mundo, está en medio de nosotros y no lo conocemos. A quien más necesitamos y vive entre nosotros, y sin embargo, no lo reconocemos. Tenemos que buscarle, encontrarnos con él. Juan nos hace tres propuestas hoy. La primera es definirnos en relación con Jesús. La segunda es ser allanadores de caminos para que el Señor pueda avanzar. La tercera es considerarnos indignos pero amados siempre por Dios.   La Palabra se hace voz en Juan, una voz a la que hay que escuchar, porque señala la vida y da testimonio de Jesús a quien no conocemos. Con él entramos en la experiencia de amor que nos regala Jesús.    Recibe la Palabra, abre el corazón a la fe, esperanza, amor.  Orar es dejar venir la Palabra, esperarla,  dejar encarnar la misericordia y la fidelidad de Dios.    ...