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"Venid a mí"




«Venid a mí todos los que estáis cansados 
y agobiados, y yo os aliviaré» 
(Mt 11, 25-30)

La Pascua nos trae el mensaje de renacer. Podemos renacer gracias a la misma fuerza que resucitó al Señor Jesús, la fuerza de Dios. (Francisco)

Jesús da gracias al Padre porque ha revelado el Misterio de Salvación a los sencillos y humildes de corazón, subrayando la íntima relación entre ambos. Vivamos con alegría la relación íntima con Jesucristo, el Camino, la Verdad y la Vida
Que mi alma siempre sea pequeña ante Ti, Señor..

Necesitamos oír tu voz, experimentar tu abrazo, tu presencia, la ternura… y la compasión de tu Corazón y la fuerza de tu Resurrección. 
Fiados en tu Palabra, Señor, seguiremos adelante aunque sea torpemente. Sostennos Señor, muéstrate, sobre todo a aquellos que no creen que estás vivo.

Estamos cansados y agobiados.
Cansados del confinamiento, la tristeza, la soledad, la enfermedad y la muerte, la precariedad económica...
Y Jesús nos ofrece su descanso.
El alivio de su amor y el sentido de nuestra esperanza.
Nos aguarda en la intimidad de la oración "Venid a mí"

Venid, sin grandezas, en vuestra pequeñez; sin fuerzas, en vuestra debilidad; sin esperanza, en abatimiento; sin nada más que tu pobreza, para encontrar la Inmensidad, el Absoluto, el permanentemente Fiel, Misericordioso y lleno de ternura.

Pidamos a Nuestro Señor Jesucristo Resucitado, que quienes nos decimos sus seguidores siempre tengamos una fe sencilla, para conocer los misterios de su Padre Celestial y en estos durísimos tiempos de COVID19 hallemos el alivio necesario a nuestros corazones...

Los santos viven del misterio pascual de Cristo muerto y resucitado. 
La santidad es siempre vivir con su gracia con los sentimientos del Corazón manso y humilde de Jesús.

La santidad es siempre vivir con un gozo y una paz que nunca se va del corazón porque es Cristo vivo en nuestro interior.
Los santos nos recuerdan con sus vidas que la vida de seguimiento de Cristo es identificarse con su Corazón manso y humilde para encontrar la paz en medio de todas nuestras dificultades.

Tú sabes, Señor, que muchas veces no te agradezco lo que Tú me das. 
Tengo que aprender a agradecer la mano providente que me sostiene día y noche y me lo da todo. 
¡Sin Ti no soy nada! 
Que me acostumbre a ver todo como gracia tuya.
Los Santos hacen visible en su vida las palabras del evangelio. 

“El humilde apaga la soberbia, pero … el soberbio no puede dañar a la humildad”

Hoy es  santa Catalina de Siena, doctora de la Iglesia y copatrona de Europa. Dios se valió de ella, una analfabeta, para reformar su Iglesia y llamar al orden a sus pastores. 
Si quieres escribir bien tu vida, sé tú la pluma y deja al Escritor hacer su relato

"Procura ser quien Dios tiene pensado de ti e incendiarás el mundo en llamas de amor"



Señor Dios,
tú has mostrado a santa Catalina
el amor infinito
hacia todos los hombres,
hechura de tus manos,
que arde en tu corazón .

Ella compartió generosamente
esta revelación
y la vivió en todas sus consecuencias
hasta el heroísmo.
Concédenos que podamos
seguir su ejemplo,
confiando en tus promesas
y aumentando nuestra fe en tu presencia
en cada sacramento,
especialmente en el sacramento de tu perdón.
Te lo pedimos por Jesucristo,
tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.




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