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¿Por qué sigo yo a Jesús?



 “Trabajad no por el alimento que perece, 
sino por el que perdura para la vida eterna”
(Jn 6, 22-29)


«Cada uno de nosotros puede preguntarse: ¿pero cómo sigo yo a Jesús?
¿Y cómo sé, cómo puedo saber si sigo bien a Jesús o si soy interesado?» (Francisco)

La búsqueda de Jesús puede ser sincera o interesada.
Buscarlo porque con él justificamos nuestras ideas, necesidades o posiciones.
O ir tras él, porque es el sentido de la vida, el motor de la existencia, la única razón para vivir y dar la vida.

La búsqueda de Jesús es por una relación de amistad, por una respuesta generosa a la entrega total y amorosa de Él.
Estar y ser con Él todo lo cambia, todo pasa a segundo plano...
Es la fe en Él lo que mueve la búsqueda.

Señor, necesito una decisión firme para buscar en todo tu gloria.
Me hace falta constancia y perseverancia para superar las dificultades o los entusiasmos pasajeros.
El día de hoy quiero aprovechar el tiempo para amarte y servirte con fe, con generosidad, con decisión.




Jesús, pan y hermano,
te busco de todo corazón
porque sin ti me siento vacío.
Deseo lo que dura.
Dame hoy el pan que tú eres
y no volveré a tener hambre.
Dame el cáliz de tu vida
y nunca más tendré sed.



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