"¿Por qué hacéis en sábado
lo que no está
permitido? "
(Lc 6, 1-5)
La ley de Dios también está al servicio de la verdad y de
la vida, al servicio del hombre nuevo, recreado por la gracia.
¡Qué fácil resulta movernos desde las leyes, las normas
el deber y las instituciones!
¡Qué difícil hacerlo desde la libertad, el amor, las
opciones y las personas!
No se trata de hacer las cosas porque sí, sino de
descubrir que nuestro bien está detrás: así amaremos lo que debemos hacer, y
amando, seremos felices y libres.
Seamos fieles a la ley que llevamos en nuestro corazón
que no es otra que el amor
Tú ofreces las riquezas de tu Reino
a los que tiene un corazón de pobre.
Al darnos el Espíritu de tu Hijo,
nos has hecho nacer a una vida nueva.
Dios y Padre nuestro, que esta novedad
sea la causa de nuestra esperanza,
y tu benevolencia la fuente de nuestra paz.
Haz que sepamos escuchar tu Palabra de gracia:
que sea ella la fuente de nuestra unidad
y la fuerza de tu pueblo,
nacido de tu misericordia.
Dios y Padre nuestro,
a Ti nuestra alabanza,
por tu Hijo, en el Espíritu.
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