Despierto


“Así será también 
en los días del Hijo del hombre” 
(Lc 17,26)
Los creyentes debemos continuar viviendo todas las exigencias de la conversión, aunque no parezca que la venida del señor esté próxima.
Ten cuidado de que tus preocupaciones cotidianas no sustituyan tu espera activa y personal del regreso de Jesús.  

Mantén mi corazón despierto.
 Que no se apague el candil de mi fe.
Que mi puerta esté siempre abierta, y mis manos solidarias. 

Tú nos llamas en medio de la vida,
nos llamas en cada circunstancia
nos invitas a construir el Arca, como a Noé,
ese espacio donde Tú vuelves a iniciarlo todo,
vuelves a rehacer la vida con nosotros.
Y nos cuesta creerte.

Vivimos superficialmente y deprisa,
sometidos por el egoísmo,
ese ladrón que nos roba la alegría
y nos deja sin ánimo para seguir adelante.
No distinguimos al ladrón
y para cuando nos damos cuenta
ya nos lo ha robado todo.

Tú nos hablas de estar atentos a la vida,
donde Tú te haces presente,
para mostrarnos el camino de la felicidad.

Tú estás en medio de la vida,
como Señor de la Historia,
y vienes en cada acontecimiento.
Ayúdanos a estar despiertos
para reconocerte y recibirte.

Enséñanos a orar,
a mantener nuestro espíritu firme en Ti,
que eres nuestra Roca firme,
que permaneces fiel
en medio de los avatares de la vida,
que nos salvas en toda situación que nos afecta.

Que nos encontremos contigo
en toda circunstancia y en todo momento
y sepamos disfrutar de tu presencia
y señalarla a cuantos no te encuentran.
Amén.


Coloquio agradecido
Gracias Jesús, amigo, por ir siempre delante, Por ser siempre el primero.
Porque nos seduces sin engañarnos, ni poner paños calientes.
Gracias porque haces apasionante lo difícil, atractivo lo inédito que brota de ti
y con la fuerza de tu amor lo haces posible para todos.
Gracias porque nos vapuleas. 
Porque siempre tienes sorpresas que abren a la VIDA y nos invitan a caminar más allá de nuestras mentiras, de nuestras ambiciones ocultas, de miedos y límites que nos atrapan y asfixian.
Gracias porque nos haces desear perdernos en ti, fundirnos en tu amor…
y experimentar que sólo ahí la vida tiene sentido y da fruto.


(María Rita Martín)

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