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Dios se fía de nosotros




“¿Por qué no pusiste 
mi dinero en el  banco?” 
(Lc 19, 11-28)

El Señor no da a todos lo mismo y de la misma forma: nos conoce personalmente y nos confía lo que nos hace falta; pero en todos hay algo que es igual, pone la misma inmensa confianza. 
Dios se fía de nosotros, Dios tiene esperanza en nosotros. 

¡No le defraudemos! 
No nos dejemos engañar por el miedo, sino devolvamos confianza por confianza.

Todos hemos sido enriquecidos con talentos y dones en nuestro bautismo... 
¿Cuáles son los tuyos?
¿Los estás poniendo al servicio de los demás, si cabe en periferias?

Agradezco tus talentos, hazme sabio y dispuesto para hacer crecer tu Reino


Nunca te quedes de brazos cruzados, haz lo que puedas, nadie te va a pedir que hagas aquello que no eres capaz, pero sí que no ignores aquello a lo que eres llamado.

Señor, sé que a mí mucho se me ha dado:
la vida, el día a día, tantas capacidades,
tantos talentos, tantos proyectos,
tantas posibilidades, tantas experiencias,
tantas relaciones, tantas oportunidades,
tantas personas, tantas pasiones,
tantas experiencias, tantos dones… tanto.

Señor, sé que a mí mucho me has confiado:
ser hijo tuyo, ser hermano de todos,
ser discípulo tuyo, ser testigo de tu proyecto,
ser profeta en medio del mundo,
ser tu palabra y tus manos… ser desde ti.

Señor, sé que a mí mucho se me ha dado
y mucho se me ha confiado.
Ojalá esté a la altura de las circunstancias,
Mucho me has dado, Señor
mucho quiero regalar y entregar de todo corazón.
mucho quiero darte.

Dame la capacidad necesaria
para agradecerte cuanto soy y tengo,
y la fe necesaria para nunca olvidar
que todo procede de ti y a ti se dirige. 
Así sea.



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