Ir al contenido principal

Con Jesús todo cambia



“Es el Señor” 
(Jn 21,8)  

Jesús siempre llega de forma gratuita e inesperada.
No es uno más que llega.
Su acento es único, las señales de su amor están a la vista. 
El asombro deja paso a la alegría.

El que ama descubre la presencia de Dios en su vida y en todo lo que le rodea. 
Jesús siempre está en nuestra orilla y nos espera con su amistad.
Llega de forma gratuita e inesperada. 

"Echad la red...".

Cuando él no está en la barca es de noche y no hay pesca. 

Cuando está, amanece y la pesca se vuelve abundante.

Con Jesús en nuestras vidas todo cambia.




Es difícil creer sin ver y vivir de lo invisible.
En esos momentos aparece Jesús y se manifiesta de alguna forma y nos vuelve a llamar e invitar a comenzar de nuevo. 
Y aparece la pesca abundante.

Lo esencial es invisible a los ojos.
Es el corazón el que 've', el que siente la presencia viva del Resucitado.
Es su Espíritu el que nos lo da a conocer de muchas formas. Jesús está entre nosotros.

“... pero los discípulos no sabían que era Jesús.” 



Esa costumbre que tienes de presentarte vivo de modo inesperado, de incógnito, como uno más, sin darte pompa... a veces me saca de quicio. 
Es que me pilla desprevenido.

Mira tu vida cotidiana con calma, para que descubras una presencia. 
Acoge hoy a las personas que vengan a ti y al final del día celebra en la oración tantas visitas inesperadas de Jesús.   

Con mi candil encendido te espero para llamarte ‘mi Señor’ cuando llegues. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

SAN JOSÉ

Salve, José, amante y tierno padre. Salve, guardián de nuestro Redentor. Esposo fiel de tu bendita Madre y salvador del mismo Salvador. Al buen Jesús pudiste ver sin velo y sobre ti sus miembros reclinó. Al Hacedor de tierra, mar y cielo con cuánto amor le besas y te besó. ¡Oh, qué feliz el nombre de Hijo que dabas! Ninguno fue por Dios tan encumbrado como tú, José. ¡Oh, fiel guardián de nuestro Redentor! Dichoso aquél, José, que tú proteges y el que con fe te invoca en la aflicción, jamás, jamás lo dejas sin amparo y protección. ¡Oh, San José, amante y tierno padre, santo sin par y espejo de virtud! Haznos amar a la divina Virgen y a nuestro Dios y Salvador. “Protege, oh bienaventurado José, protégenos en nuestras tribulaciones. Defiéndenos de las asechanzas del demonio, protégenos con tu patrocinio, y ayúdanos y sostennos con tu auxilio para que podamos santamente vivir, piadosamente morir y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza”. (León XIII)

Gracias, Señor.

El titulo de esta entrada me la ha do el Papa Francisco esta mañana en su tuit  @ Pontifex_es Termina un año y estamos a punto de comenzar uno nuevo. Se cierra un libro y empieza un nuevo libro con las paginas en blanco. Hoy es un buen momento para hacer balance del año, pedir perdón, dar gracias y pedir ayuda.  En el año que termina ha habido de todo, pero la certeza del amor de Dios ha estado conmigo todos los días. Su ternura la he sentido muchas veces, y muchas veces su mano me ha levantado. Gracias, Señor porque no termino el año sólo y el nuevo lo puedo empezar contigo. Por eso yo no le pido nada al 2015, yo se lo pido a Dios. En tus manos Señor pongo mi vida en este nuevo año 2015

Santa Teresa de Calcuta

UN ÁNGEL EN LA TIERRA   SEÑOR ENSÉÑANOS A AFRONTAR  LAS LUCHAS DE LA VIDA DIARIA “Señor crucificado y resucitado, enséñanos a afrontar las luchas de la vida diaria, para que vivamos en una mayor plenitud. Tú has acogido humilde y pacientemente los fracasos de la vida humana, como los sufrimientos de tu Crucifixión, así pues, ayúdanos a vivir las penas y las luchas que nos trae cada jornada como ocasiones para crecer y asemejarnos más a Ti. Haznos capaces de afrontarlas pacientemente y con coraje, llenos de confianza en tu apoyo”. (Santa Madre Teresa de Calcuta) "Líbrame, Jesús mío, del deseo de ser amada, del deseo de ser alabada, del deseo de ser honrada, del deseo de ser venerada, del deseo de ser preferida, del deseo de ser consultada, del deseo de ser aprobada, del deseo de ser popular, del temor de ser humillada, del temor de ser despreciada, del temor de sufrir rechazos, del temor de ser calumniada, del temor de ser olv...