si tuvieras
Es un grito desesperado. Es una necesidad. Es urgencia. Es la bocanada que busca el aire en alguien a punto de ahogarse. Si no vivimos de la fe es muy difícil entender lo que nos pasa. Es como el caos que se observa en la caja de un puzle. Cientos de piezas desordenadas. Cada día un montón de piezas que tengo que ordenar. Y la fe es la ayuda que permite encontrar sentido en el caos. Nos hace mirarnos y mirar a los demás con esperanza, con ilusión.
«Auméntanos la fe.» Es la petición de los discípulos al Maestro. Ante las enseñanzas de Jesús que suponen en la práctica un estilo de vida nuevo. Y especialmente después de pedirles que perdonen siete veces si otras tantas pide perdón. La corrección fraterna es una manifestación de amor y del deseo sincero de ayudarnos unos a otros en nuestro camino a la felicidad. Cuando el amor necesita convertirse en perdón hace falta fe.
Tener fe para vivir el Evangelio cada día, para hacer de él proyecto de vida, sentido de lo que somos y hacemos. Queremos tener más fe para mirar al hermano como Él nos mira a nosotros. La fe nos ayudará a seguir caminando sintiendo que Él está con nosotros, que Él nos quiere. Una fe que se fundamente en una relación con Él y no en un hacer que dependa de nuestra voluntad y de nuestras fuerzas.
Si la fe es verdaderamente en Él, aunque sea como un grano de mostaza, seremos capaces de vencer los imposibles."Piensa correctamente del Señor y búscale con corazón íntegro" (Sab. 1, 1) Realizar esto es impulso y obra del Espíritu, que se da, sin medida, cuando lo invocamos.
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