“No he venido a abolir la Ley y los Profetas, sino a
dar plenitud”
(Mt 5,17)
Está claro: el cristianismo no puede ser de mínimos sino
de máximos.
SOLO UNA LEY:
EL AMOR.
SOLO UNA PLENITUD:
VIVIRLO
Seamos sinceros: ¿cuántas veces nos acordamos de los
Mandamientos?
Sí, los aprendimos de pequeños, pero ¿los ponemos en
práctica?
Revísalo bien
Cristo es la plenitud del hombre.
En Él se encarna toda la sabiduría y el amor de Dios.
Él escribe su ley en nuestros corazones.
Sus palabras son de vida eterna.
"Cielo y tierra pasarán, más tu palabra no
pasará".
Jesús ha venido a construir un mundo nuevo.
No pone remiendos en paños gastados ni echa vino nuevo en
odres viejos.
No ha venido a quitar, sino a sumar.
En Él se desborda la fuente de agua viva que sacia la sed
del hombre.
Mantén tu mirada fija en Aquél que convierte la
existencia en una entrega amorosa al prójimo.
No te acostumbres a ti mismo.
No te aburgueses.
No te cierres en ti.
No te acobardes.
Sé valiente.
Entrega todo lo bueno y noble que has recibido.
Es el modo de ser junto a Jesús.
Sólo el amor demuestra y marca el camino a otros.
El Cruz es la Cátedra del amor de Dios.
Desde ahí enseña con autoridad.
El Espíritu nos coloca, no ante la ley, sino ante la
voluntad amorosa de Dios.
Para ello, hay que estar atentos al corazón.
Sin verdad, ninguna relación es duradera, ni la de Dios
ni la de los demás.
Pide al Espíritu de Jesús que te mantenga fiel a la
verdad, a la vida, al amor.
Espíritu divino, vivifícanos.
Salmo para saborear
Gustad todos y
ved
que el Señor es muy bueno
y se acerca a todos
para declararnos su amor.
Gustad su ternura,
aclamadlo por su bondad,
saboread su dulzura,
estrenad su ternura.
Gustad todos y ved
su amor inmenso,
sus ojos grandes para mirarnos,
sus palabras de vida.
Gustad todos y ved
que derrama esperanza
donde existe oscuridad,
sembrando alegría
donde se cultiva tristeza.
Gustad y ved,
experimentad constantemente
todo lo que el Señor nos ama.
Su vida nos la ofrece
para vivir siempre
en el gozo de su amor.
que el Señor es muy bueno
y se acerca a todos
para declararnos su amor.
Gustad su ternura,
aclamadlo por su bondad,
saboread su dulzura,
estrenad su ternura.
Gustad todos y ved
su amor inmenso,
sus ojos grandes para mirarnos,
sus palabras de vida.
Gustad todos y ved
que derrama esperanza
donde existe oscuridad,
sembrando alegría
donde se cultiva tristeza.
Gustad y ved,
experimentad constantemente
todo lo que el Señor nos ama.
Su vida nos la ofrece
para vivir siempre
en el gozo de su amor.
Amén.
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