Mira el corazón
de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial”. (Mt 6,1-6.16-18)
“Jesús relee las tres obras de piedad previstas por la ley de Moisés: la limosna, la oración y el ayuno. Jesús nos invita a cumplir estas obras sin ninguna ostentación, y a confiar únicamente en la recompensa del Padre que ve en lo secreto. El Señor no se cansa nunca de tener misericordia de nosotros, y quiere ofrecernos una vez más su perdón, todos lo necesitamos, invitándonos a volver a Él con un corazón nuevo, purificado del mal, purificado por las lágrimas, para participar de su alegría”. (Papa Francisco)
A veces lo importante no es ser bueno, sino parecerlo. Que los demás nos valoren por lo que vean, creen o piensen, y no por lo que somos. El único que nos conoce de verdad es Dios, y él no entiende de apariencias, porque ve nuestras intenciones. Mira el corazón
“Dame, Señor un corazón nuevo,
renuévame por dentro, con espíritu firme”.(Sal 50,12)
“Bienaventurados los de limpio corazón,
pues ellos verán a Dios”. (Mt 5,8)
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