Al servicio del Reino




“He deseado enormemente comer esta comida pascual con vosotros, antes de padecer”. 

(Lc 22,15)

Jesús era un hombre lleno del Espíritu de Dios 
que buscaba con todas sus fuerzas el reino y su justicia. Quería ser recordado para siempre como alguien «entregado hasta la muerte» por los hombres.

Participar en la Eucaristía es creer firmemente que el Reino de Dios que ya empezamos a vivir, llegará a su plenitud.
Y es también ponernos a servicio de este Reino, como hizo Jesús, con todas nuestras capacidades. 
Estamos invitados a decir cada día, como hemos rezado en el salmo 39: 
«Aquí estoy, Dios mío, para hacer tu voluntad».
Con el convencimiento de que éste es el camino para colaborar a que el mundo sea mejor.
- Señor Jesús, que nuestro culto verdadero sea ofrecernos a nosotros mismos, poniéndonos al servicio de nuestros hermanos.

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