Confía

“Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas” 

(Lc 21, 5-19).

"Los iluminará un sol de justicia que lleva la salud en las alas." (Malaquías)

"No visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y sombras de muerte" (Lucas).

¿Es Jesús el anunciado y acogido, el sol que trae salud, iluminación, justicia, paz?

Con respecto al fin del mundo y de la historia, a Jesús no le importa hacer predicciones sobre el futuro o jugar a la astrología, sino más bien orientar a los oyentes hacia una actitud existencial de compromiso y esperanza.

El fin, como el principio, está en manos de Dios.

El final no es más que una parte del principio que esperamos: la vida al lado de Dios, nuestro Padre.

Así lo rezamos... "venga a nosotros tu Reino".

Dios no nos saca del mundo.

Nos invita a florecer dentro de él.

Con todas sus miserias

En esta Jornada de los pobres, pedimos con nuestra pobreza, que el Señor nos dé la palabra para dar voz a quien la tiene callada, y sabiduría para descubrir la pobreza en quienes están cerca: la soledad, la indiferencia, la injusticia..

Padre Santo

En este día, me presento ante ti; mi Señor,

para honrarte y adorarte,

tú eres digno de todo honor,

de toda gloria, de toda alabanza.

Señor, me uno a esta oración de intercesión

por tus hijos,

que están sufriendo persecución en estos momentos.

He visto, Señor, el odio exacerbado

sobre tu pueblo,

conozco la persecución que tus hijos sufren,

te pido, con todo mi corazón, tengas misericordia.

En este día, guarda a tu pueblo de todo consejo oculto,

líbralo de todo mal.

Pon cerco en derredor nuestro.

Te pido por todos mis hermanos que sufren persecución,

que están siendo hostigados y torturados.

Sé que en muchas partes del mundo

tu pueblo sufre terriblemente.

Señor, ¿hasta cuándo?

¿hasta cuándo tu pueblo seguirá sufriendo?

Perdón mi Señor, te ruego,

tengas piedad de nosotros,

escucha nuestro clamor, escucha nuestra oración,

por amor a tu precioso nombre,

No desampares la obra de tus manos.

Padre en el nombre precioso de Jesús

te lo pedimos, amén.