Agradecimiento
¿No ha habido quien volviera
a dar gloria a Dios
más que este extranjero?
Lc 17, 11-19
Qué importante es valorar lo que se tiene y vivir en una
actitud de agradeciminento...
Démosle gracias por tanto.
Al lado de cada una de esas cosas o experiencias hay una
persona, en la mayoría de los casos que te quiere, que te sirve, que te mira
con cariño.
Demos gracias a Dios, volvamos a Él nuestro
Gracias, Señor, por ser tan bueno y paciente con
nosotros, por llevarnos de la mano por el camino.
Nada más importante, que ser agradecidos con Dios.
Llamados a ser siempre agradecidos con Dios y con todos
aquellos que con sus buenas obras nos hacen más fácil el camino de la vida.
Agradece hoy la existencia de quienes te rodean.
La práctica religiosa, entendida sólo como el
"cumplimiento" externo de ritos y normas, nos hace orgullosos y
satisfechos; la fe en Jesucristo, que se compadece de nuestros pecados y nos
salva por amor, nos hace humildes y agradecidos.
La oración no nos aleja de las preocupaciones del mundo.
Al contrario, nada es más responsable que orar: cuanto
más se vive una oración sencilla y humilde, más se es conducido a amar y a
expresarlo con la vida.
Hoy, san Leandro, patrón de la Diócesis de Huelva.
Consiguió la conversión al catolicismo del Rey Recaredo I. España y, de ahí,
América, comenzó a ser católica gracias a Él.
Hoy, aquellas raíces se están perdiendo.
La fe de tu pueblo depende ahora de ti.
Toma el relevo.
Gracias Señor…
Porque en la cruel tormenta, me haces escuchar el suave susurro de tu voz.
Gracias Señor…
Pues envías rayos de luz que iluminan mi camino, en medio de las adversidades.
Gracias Señor…
Por cada instante y cada problema, que me recuerda mi necesidad de Ti.
Gracias Señor…
Porque hasta en lo alto del cielo, y en la profundidad del océano, tus oídos están siempre atentos a escuchar mi clamor.
Gracias Señor…
Porque a pesar de los errores de la gente, sigues enviando sol y lluvia sobre todos sin distinción.
Gracias Señor…
Por este día, en el que me das la oportunidad, de buscarte nuevamente
Gracias Señor…
Por cada ser humano que se cruza en mi camino, pues algo deseas que aprenda de él.
Gracias Señor…
Por Ti mismo, que escuchas esta humilde oración, proveniente de tu hijo.
Por todo esto y lo que me sería imposible de contabilizar…
¡¡¡Gracias
Señor!!!
Amén
Amén
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