¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo!
«
Y sabed que yo estoy con vosotros
todos los días,
hasta el
final de los tiempos»
(Mt 28, 16-20).
Con la fiesta de hoy celebramos a Dios como Misterio que se
nos regala.
Nosotros los amigos de Jesús sabemos por él, que Dios es su
PADRE.
Que Jesús estaba confiado en las manos de su Padre, porque era HIJO.
Y
entre los dos, Padre e Hijo, había un lazo de unidad muy fuerte, que era su
AMOR.
Así los tres eran uno.
En nuestras manos está la llave-Espíritu que nos lleva a
Jesús, que nos abre la puerta a Dios que es la casa repleta de amor en la que
habitar.
Gracias, Dios nuestro, porque podemos rezarte
en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,
ya que Tú eres Amor fiel con todos nosotros.
Te damos Gracias porque Tú, Dios Bueno,
nos amas con Ternura y Misericordia infinita,
y aunque seas inalcanzable para nuestra razón,
siempre te haces cercano en nuestro corazón.
Te damos Gracias, Santísima Trinidad y Dios nuestro,
porque eres Misterio de Amor y de Misericordia
que siempre te haces Presente en nuestra vida.
en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,
ya que Tú eres Amor fiel con todos nosotros.
Te damos Gracias porque Tú, Dios Bueno,
nos amas con Ternura y Misericordia infinita,
y aunque seas inalcanzable para nuestra razón,
siempre te haces cercano en nuestro corazón.
Te damos Gracias, Santísima Trinidad y Dios nuestro,
porque eres Misterio de Amor y de Misericordia
que siempre te haces Presente en nuestra vida.
Gracias porque Tú te revelas como Dios Comunidad
para enseñarnos a vivir en comunidad con los demás,
y así poder compartir nuestra fe con cada persona,
y comunicar a todos la alegría de tu Evangelio.
Gracias, Dios Padre nuestro, porque nos amas
y nos muestras tu Divina Misericordia cada día.
Gracias, Dios nuestro Jesucristo, porque Tú no salvas
y nos proteges de todo mal para poder seguirte siempre.
Gracias, Espíritu Santo, por que Tú nos guía, acompañas,
y fortaleces nuestra fe para no alejarnos jamás de Ti.
Ten Misericordia de todos nosotros y ayúdanos
a vivir cada día en fraternidad con cada persona,
para ser un reflejo de tu Amor, que todo lo une,
en medio del mundo y en medio de nuestra sociedad.
Haz que tu Espíritu Santo nos empuje con valentía
a anunciar tu Buena Noticia al corazón de cada persona,
para que todos te conozcan y juntos te amemos más,
y que todos unidos a Ti logremos bendecirte y alabarte.
¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo! Amén.
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