La fe es un regalo
“Todo es posible al que tiene fe”
(Mc
9,23).
Jesús siempre se acerca y se deja afectar por los males
que aquejan al ser humano.
Se sorprende ante la fe trabajosa del padre, el
estupor y la incomprensión de la gente, y la frustración de los discípulos.
Jesús indica la fe
como condición para curarse, porque para Dios nada hay imposible.
«Tengo fe, pero dudo; ayúdame.»
Nunca somos dueños de ella por completo.
La fe es un regalo.
Pedirla con humildad es la única posibilidad.
Aunque nosotros perdamos la fe en Dios,
Él nunca pierde la fe en nosotros.
Orar es confiar totalmente en Jesús que trae la
salvación.
¡Creo, Señor, pero aumenta mi fe!
¡Creemos, Señor, pero aumenta nuestra fe!
¡Creemos, Señor, pero aumenta nuestra fe!
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