El Señor nos salva en la historia y camina con nosotros.
Dios hace la historia
con nosotros y la corrige cuando fallamos
'Cuando nos
equivocamos, Dios corrige la historia'
El Señor nos salva en
la historia y camina con su pueblo
Confiarse a Dios también en los momentos oscuros, aunque no
comprendamos a veces la historia que hace con nosotros: pero es siempre
historia de salvación.
“Dios ha querido salvarnos en la historia” nuestra salvación “no es una salvación aséptica, de laboratorio. ¡No! Es histórica. Él ha hecho un camino en la historia con su pueblo”. Por tanto, “no hay una salvación sin historia. Y para llegar al punto de hoy ha habido una larga historia, una larguísima historia”.
“Y así, paso a paso, se hace la historia. Dios hace la historia, también nosotros hacemos la historia; y cuando nos equivocamos, Dios corrige la historia y nos lleva adelante, adelante, siempre caminando con nosotros. Si no tenemos esto claro, ¡nunca comprenderemos la Navidad! ¡Nunca comprenderemos la Encarnación del Verbo! ¡Nunca! Es toda una historia que camina. ‘Padre, ¿ha terminado esta historia con la Navidad?’; ‘¡No! Aún ahora el Señor nos salva en la historia. Y camina con su pueblo’”.
En esta historia están los elegidos de Dios, esas personas que Él elige “para ayudar a su pueblo a seguir adelante”, como Abraham, Moisés, Elías. Para ellos “hay algunos momentos malos”, “momentos oscuros, momentos incómodos, momentos que molestan”. Personas que quizás quieren vivir tranquilas, pero que “el Señor incomoda. ¡El Señor incómoda para hacer la historia! Nos hace ir muchas veces por caminos que no queremos”. Tanto que Moisés y Elías en cierto momento querían incluso morir, pero después confían en el Señor.
“Dios ha querido salvarnos en la historia” nuestra salvación “no es una salvación aséptica, de laboratorio. ¡No! Es histórica. Él ha hecho un camino en la historia con su pueblo”. Por tanto, “no hay una salvación sin historia. Y para llegar al punto de hoy ha habido una larga historia, una larguísima historia”.
“Y así, paso a paso, se hace la historia. Dios hace la historia, también nosotros hacemos la historia; y cuando nos equivocamos, Dios corrige la historia y nos lleva adelante, adelante, siempre caminando con nosotros. Si no tenemos esto claro, ¡nunca comprenderemos la Navidad! ¡Nunca comprenderemos la Encarnación del Verbo! ¡Nunca! Es toda una historia que camina. ‘Padre, ¿ha terminado esta historia con la Navidad?’; ‘¡No! Aún ahora el Señor nos salva en la historia. Y camina con su pueblo’”.
En esta historia están los elegidos de Dios, esas personas que Él elige “para ayudar a su pueblo a seguir adelante”, como Abraham, Moisés, Elías. Para ellos “hay algunos momentos malos”, “momentos oscuros, momentos incómodos, momentos que molestan”. Personas que quizás quieren vivir tranquilas, pero que “el Señor incomoda. ¡El Señor incómoda para hacer la historia! Nos hace ir muchas veces por caminos que no queremos”. Tanto que Moisés y Elías en cierto momento querían incluso morir, pero después confían en el Señor.
El Evangelio del día habla de “otro momento malo en la historia de la salvación”, el de José que descubre que su prometida, María, está embarazada: “Él sufre, ve a las mujeres del pueblo que murmuraban en el mercado; él sufre. ‘¡Esta es buena, yo la conozco! Es una mujer de Dios. ¿Qué me ha hecho? ¡No es posible!”. Si la acusa, la lapidarán. Pero no quiere, aunque no entiende. Sabe que María es “incapaz de infidelidad”. “En estos momentos malos” “estos elegidos de Dios, para hacer la historia deben tomar el problema sobre los hombros, sin comprender”. Así, “el Señor hace la historia”.
“Así hace José, el hombre que en el momento peor de su vida, el momento más oscuro, toma sobre sí el problema. Y se acusa a sí mismo a los ojos de los demás para cubrir a su esposa. Quizás algún psicoanalista dirá que este sueño es la condensación de la angustia, que busca una salida… que digan lo que quieran. ¿Qué hizo José? Tras el sueño, tomó consigo a su esposa. ‘¡No entiendo nada, pero el Señor me ha dicho esto y este aparecerá como hijo mío!’”.
“Hacer historia con su pueblo significa para Dios caminar y poner a prueba a sus elegidos”. Pero al final les salva: “Recordemos siempre, con confianza, también en los momentos malos, también en los momentos de la enfermedad, cuando nos daremos cuenta de que debemos pedir la extremaunción, porque no hay salida, de decir: ‘Señor, la historia no empezó conmigo ni acabará conmigo. Tú vas delante, yo estoy dispuesto’. Y ponernos en la manos del Señor”.
¿Qué nos enseñan, por tanto, los elegidos de Dios? “Que Dios camina con nosotros, que Dios hace la historia, que Dios nos pone a prueba y que Dios nos salva en los momentos peores, porque es nuestro Padre. Y según Pablo es nuestro Papá. Que el Señor nos haga entender este misterio de su caminar con su pueblo en la historia, de su poner a prueba a los elegidos, que toman sobre sí los dolores, los problemas y también la apariencia de pecadores – pensemos en Jesús – para llevar adelante la historia”.
Comentarios
Publicar un comentario