Todavía es Adviento
Cuando avanza la noche me acerco a ti, Señor, para pedirte
que me acompañe.
No quiero perderte.
Tengo
miedo y Tú me dices que estás a mi lado siempre.
Quisiera ser como un niño que se
lanza confiado a los brazos de su padre.
En mi interior escucho que me amas
y eso me hacer caminar más confiado
por la senda que Tú me muestras.
Desde mi casa escucho el ruido de los petardos
y eso me
recuerda que los niños se preparan para celebrar tu venida.
¿De verdad lo
saben?
¿Son conscientes de que la fiesta es por tu Nacimiento Señor?
Pero todavía es Adviento y no podemos
adelantarnos.
María nos mira y sonríe.
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