Es posible
pero ayuda mi falta de fe”
(Mc 9, 14-29)
La
oración hace milagros, pero debemos creer
Señor: que mi oración brote de la fe.
Señor: que mis peticiones broten de mi fe.
Señor: sé que tú puedes, pero “ayuda primero mi fe”.
Señor, que sepa acompañar al que duda.
Señor, yo pienso que sí creo, pero comprende que dude de
mí mismo.
Señor, yo creo creer, pero más de una vez, pongo en duda
mi fe.
Señor, “ayúdame a creer”.
Señor, que cuando veas que comienzo a dudar: “ayúdame a
creer”.
Señor, que cuando veas que mi fe vacila: “ayúdame a
creer”.
Señor, que cuando veas que mi fe es más de mi cabeza que
de mi corazón: “ayúdame a creer”.
Señor, que cuando me veas tan seguro de mi fe, entonces “ayúdame más a creer”.
Señor, que cuando me veas tan seguro de mi fe, entonces “ayúdame más a creer”.
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