“El que no está contra nosotros
está a favor nuestro”.
(Mc 9,38-40)
Necesitamos más
diálogo y menos confrontación.
Respetar al que
piensa diferente.
Aceptar otros
puntos de vista, otra experiencia y evolución.
Buscar acuerdos,
puntos de encuentro.
Estamos
"condenados" a entendernos si queremos que la vida sea un poco más
amable.
Las etiquetas que
nos colgamos dificultan la comunicación.
Si nos despojamos
de las capas, que nos hemos ido poniendo, descubrimos que en lo profundo no
somos tan diferentes.
Podemos pensar
juntos, construir juntos.
Todos tenemos
algo que aportar.
ESTÁ CONMIGO
El que trabaja
por la justicia está conmigo.
El que trabaja
por la inclusión está conmigo.
El que trabaja
por la vida está conmigo.
El que trabaja
por la liberación está conmigo.
El Espíritu Santo
actúa por encima de nuestras ideologías, gustos o caprichos espirituales.
Con sus dones y
carismas es fuente inagotable de vida y amor, de salvación y belleza, de luz y
libertad...
El origen de toda
comunión.
Jesús nos enseña
que toda persona de buen corazón puede hacer el bien.
No se necesitan
distintivos ni escudos para amar y hacer el bien.
Quiero estar
siempre a favor tuyo, Señor, haciendo el bien en tu nombre
Ábreme los ojos para descubrir que hay muchas personas
(casi todas) que son de los tuyos, de los nuestros.
Gracias por las maravillas que tu Espíritu realiza en el corazón de las mujeres y los hombres
que, aunque no parezcan de los nuestros, aunque abracen otros credos o no crean en Dios,
aunque voten a otros partidos políticos, canten otras canciones y hablen otros idiomas,
están movidas por tu mismo Espíritu.
Gracias por las maravillas que tu Espíritu realiza en el corazón de las mujeres y los hombres
que, aunque no parezcan de los nuestros, aunque abracen otros credos o no crean en Dios,
aunque voten a otros partidos políticos, canten otras canciones y hablen otros idiomas,
están movidas por tu mismo Espíritu.
Gracias, Señor.
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