Los profetas de este tiempo
¿Cómo te
presentamos, Dios nuestro?
En esta sociedad
sin Dios en que vivimos, donde se adora el lujo, el ocio, la comodidad, el
tener y el saber, el acumular y el poseer, el viajar y experimentar, el huir de
uno mismo, el gozar a costa de quien sea, el conseguir los primeros puestos y
defender lo propio… tú, Dios, no tienes sitio.
Mucha gente te
busca en sucedáneos, en símbolos, gestos, costumbres y adornos que nada tienen
que ver contigo y con tu Amor.
Te confunden con un montón de normas que entristecen la vida y matan la ilusión.
Te confunden con un montón de normas que entristecen la vida y matan la ilusión.
Tenemos que ser
los profetas de este tiempo, que contemos a todos quién eres tú, Señor.
Que animemos a la gente a conocerte a fondo, a sentir tu presencia y experimentar tu Amor.
Que animemos a la gente a conocerte a fondo, a sentir tu presencia y experimentar tu Amor.
Hemos de gritar a
todas las gentes que contigo se vive muchísimo mejor, pues eres un gran Padre
que nos quieres a todos, y nos impulsas a la plenitud y a lo mejor.
Que te hiciste
hombre, un día en Jesús, para demostrarnos cómo hay que vivir, y que lo tuyo es
fácil, es ser libre y sencillo, y vivir la existencia como historia de Amor.
Contémosles a
todos cuánto nos quiere Dios, y cómo él nos lanza al mundo, en misión, para
liberar de esclavitudes materiales e internas y para volcarnos en construir un
mundo con Amor.
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