El Padre nos invita a compartir
“Donde está tu tesoro, allí está tu corazón”
(Mt 6,
21).
La sociedad de
consumo nos ha llenado la vida de cosas, no todas necesarias y que no llenan el
corazón.
Jesús invita a sus
discípulos a no dejarse atrapar por las riquezas de este mundo.
El verdadero tesoro
es entrar en el Reino, estar a favor del proyecto de Jesús, que no es
otro, sino que el ser humano viva.
Jesús invita a
buscar el único tesoro que puede colmar el corazón: el amor con que el Padre
nos ama y que nos invita a compartir con nuestros hermanos y hermanas.
Abre mi corazón a
tu Gracia
y abre mis manos a quienes viven a mi lado.
Y al mismo tiempo
ese tesoro tiene que iluminar nuestra vida y debemos mirar a las personas y
todas las realidades del mundo desde esta perspectiva.
- Señor Jesús,
tu vida era luminosa
porque comunicaba el amor del Padre.
Líbranos de las sombras de nuestros egoísmos
y llénanos
con tu luz.
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