Proyecto de vida

 


"Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; 
pero si muere, da mucho fruto" 
 (Jn 12, 24-26).
 
El grano de trigo que no cae en tierra y muere, queda infecundo. 
La vida que no cae en la entrega y el servicio, se pierde. 
El que asienta su vida en las realidades de este mundo, 
se aleja de las eternas.
 Vivir muriendo, para ser sembradores de vida.
 
Recordemos las palabras de Jesús:  
«Nadie tiene mayor amor 
que quien da la vida por los que ama». 
 El que entrega su vida por los demás, ama de veras, 
se olvida de su propio interés y de su propia seguridad 
y lucha por una vida digna y libre para todos.
 
"El que quiere servirme, que me siga" 
Jesús vivió para nosotros, entregó su vida por nosotros, 
por seguir predicando su mensaje de amor y no callarse…
y por eso volvió a ganar la vida.
 
¿Has oído aquella frase de “haz el bien sin mirar a quien”?
 Esto es una realidad el resumen del amor al prójimo, 
cualquiera que de verdad ame, no hará daño a nadie; 
muy por el contrario, 
siempre pensará en proteger al más vulnerable.
 
Servir como proyecto de vida, 
como propuesta para estar en este mundo
 respondiendo a la llamada de Dios. 
Servir y amar, servir y darse, servir y morir en ello. 
Cuando uno sirve pone en el centro de su vida al otro, 
a Dios y al hermano.

 
 
Servir en lo concreto
Servir en lo concreto:
Escuchar sin reloj a quien anda solo
y vaciarte de respuestas consabidas.
Perderte tu programa favorito
para dar un paseo con esa persona herida.
Dejar en la estantería de la tienda
aquello que no te hacía falta
y regalar su cuantía
con quien sabes que no llega
al final de la semana.
Servir en lo concreto:
Lavar los platos, poner la mesa,
tender la ropa, con sonrisas y sin quejas.
Adelantarte a abrocharle los cordones
antes de que tropiece el anciano.
Ofrecerte con alegría y presteza
cuando en tu comunidad
hace falta una mano.
La vida diaria en su sencillez
nos ofrece tantas maneras de servir,
de bajar de las nubes la fe,
de aterrizar palabras y compartir
tu esencia en su desnudez.
Solo hay que estar atentos,
abrir los ojos y descubrir
que todo es una oportunidad
para amar y servir
en lo concreto y pequeño,
en lo desapercibido y discreto.
Y encontrar que el sentido de la vida
pasa por el amor concreto.

(Fermín Negre)

 

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