Ligeros...
Siguiendo las huellas de Jesús,
su estilo de vida,
los
caminos,
siempre será de bendición.
Los desconciertos,
se convierten en gratas
sorpresas.
¡VAMOS CON FE!
Donde está vuestro tesoro, está vuestro corazón.
Una
invitación a descubrir
dónde está puesto nuestro corazón
y que consideramos
tesoro en la vida.
No todo es querido,
ni cualquier cosa es valiosa.
Discernir
dónde se centra la vida
y qué es lo más importante.
ligeros de equipaje,
sin apego
por las cosas caducas.
Y actuar en consecuencia con nuestra fe,
con nuestras
creencias.
Caminemos sin miedo,
en la certeza de que el Señor nos
acompaña siempre.
Y estemos despiertos,
para que no nos durmamos mientras el
Señor pasa.
Haz de nosotros lámparas encendidas
que iluminen en medio
del mundo.
Que no se apague en nosotros tu luz.
Mi tesoro
He perseguido sueños
vanos,
he comprado tesoros vacíos.
He querido aprisionar amores
y he cerrado con llave mi hogar,
para que no me lo invadan.
He vestido las dudas con falsas certezas
y he tratado de matar mis miedos cerrando los ojos,
pero al final vuelvo a estar
desnudo y temblando.
Hasta que, al encontrarte, todo cambia.
Tu evangelio es fuego que me enciende,
llamada, que me pone en camino,
tesoro por el que vendo todo,
y soy tan pobre y tan rico.
Tu palabra despierta la pasión.
Tu vida es lección
que me enseña a vivir,
a querer,
a saltar al vacío.
Contigo, los sueños son posibles,
los tesoros infinitos,
el amor eterno.
La puerta está abierta,
y el hogar repleto,
de momentos
de historias
de encuentros.
La fe arriesga,
y el miedo calla.
Me visto de Ti,
en mi debilidad tu fuerza,
y todo encaja…
he comprado tesoros vacíos.
He querido aprisionar amores
y he cerrado con llave mi hogar,
para que no me lo invadan.
He vestido las dudas con falsas certezas
y he tratado de matar mis miedos cerrando los ojos,
pero al final vuelvo a estar
desnudo y temblando.
Hasta que, al encontrarte, todo cambia.
Tu evangelio es fuego que me enciende,
llamada, que me pone en camino,
tesoro por el que vendo todo,
y soy tan pobre y tan rico.
Tu palabra despierta la pasión.
Tu vida es lección
que me enseña a vivir,
a querer,
a saltar al vacío.
Contigo, los sueños son posibles,
los tesoros infinitos,
el amor eterno.
La puerta está abierta,
y el hogar repleto,
de momentos
de historias
de encuentros.
La fe arriesga,
y el miedo calla.
Me visto de Ti,
en mi debilidad tu fuerza,
y todo encaja…
(José María R. Olaizola, sj)
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