¡Hossana! ...¡Sálvanos!
Hoy domingo de Ramos comenzamos los días más intensos en la vida de Jesús. No podemos permanecer impasibles o como espectadores. "Me amo y sé entregó por mi". Todo lo que vivió Jesús es escuela de nuestra propia entrega de vida, por amor, hasta el extremo.
El comienzo de la Semana Santa, invita al silencio, a la contemplación, a dejarse conmover por este Dios tan humano, tan sufriente, tan humilde, tan generoso, tan libre... Invita a seguirle y dejarse seducir por su amor llevado hasta el extremo.
¡Bendito sea tu Nombre Señor Jesús! ¡Bendito
el Nombre de cada alma que te recibe y recibe tu bendición!
"El Rey llegará en un burro. ¡Qué hermoso es ver que Dios elige criaturas más sencillas que él para comunicarnos su mensaje!"
Jesús camina delante subiendo a Jerusalén. Entra en la ciudad en un pollino prestado, rodeado de mantos por el camino, y aclamado a grandes voces. Tres imágenes para reflexionar: despojado de bienes, desprendido de poder, reconocido como rey de paz
En esta Semana Santa…
Señor, déjame ir contigo; sólo quiero caminar detrás,
pisar donde tú pisas, hasta llegar a la cruz.
Quiero escuchar tu palabra, simple y preñada de Dios,
que, aunque a muchos incomode, a tanta gente nos sana.
Quiero sentarme a tu mesa, comer del pan compartido
que con tus manos repartes a todos los que se acercan.
Que de tanto ir junto a ti, pueda conocerte más,
tú seas mi único amor y te siga hasta morir.
(Adaptación de una plegaria de Javi Montes SJ)
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