Un ejemplo de generosidad.




“Esta ha echado todo lo que tenía para vivir” (Mc 12,44).
   

El poder es mal consejero.

Tan pronto creemos tener algo de autoridad nos sentimos por encima de los demás.

El poder debe conllevar un claro mensaje de servicio.

Como en tiempos de Jesús, quien menos tiene y quien menos parece que sabe, da la respuesta correcta y adecuada en momentos difíciles.

Darse a sí mismo siempre es más difícil que dar cosas materiales.

El valor de lo que ofrecemos está en el amor con el que lo hacemos.

La verdadera riqueza es la del corazón.

No es dar, sino darse. • Señor, que ame hasta que me duela.
 
Dios es el que lo da todo.

Más aún, se nos da él mismo.

Una pobre viuda que da lo que tenía para vivir es su mejor icono.

Un ejemplo de generosidad.

Si das algo a los pobres, mírales a la cara y dales tu saludo y cariño.

Tantos pequeños milagros, tantas hermosas parábolas, escondidos en las casas y en las calles, ¡qué bien hablan de ti, Dios Trinidad!

Gracias por todo.

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