¡Empieza a ser cristiano!
“No hagáis frente al que os agravia”
(Mt 5,39)
¿Cómo interrumpir el curso de la violencia?
¿Cómo hacerle
frente?
A los enemigos se les vence con amor, con odio jamás.
¿Cómo olvidar que
todos hemos nacido de la gracia?
Pasa hoy un buen rato ante Jesús, presente en
el Sagrario.
Recuerda allí a personas cercanas a ti que transmiten paz.
Cuando la violencia se asome a mis ojos, cuando mis
manos abiertas se conviertan en puños, enséñame, Señor, a recorrer el sendero
que conduce al manantial del amor.
Es la manera de ser de la persona que cree firmemente en el amor de Dios.
Actúa con las armas del amor y la verdad.
El amor a los enemigos es difícil si nos fiamos de nuestras fuerzas. Devolver mal por mal o tratar con indiferencia es humano.
Tender la mano a quien nos ha hecho daño es gracia de Dios. Amamos porque podemos y porque queremos hacerlo.
Elige amar en vez de odiar,
crear en vez de destruir,
perseverar en vez de claudicar,
alabar en vez de criticar,
curar en vez de herir,
reconciliar en vez de pelear,
enseñar en vez de esconder,
compartir en vez de robar,
actuar en vez de aplazar,
crecer en vez de conservar,
comprender en vez de juzgar,
unir en vez de separar,
alumbrar en vez de esconder,
bendecir en vez de blasfemar,
compartir en vez de almacenar,
sembrar en vez de cosechar...
y en vez de morir vivirás.
Y sabrás por qué mi palabra es palabra de vida
y mi evangelio buena noticia;
por qué de nada sirve, aunque se estile,
echar a vestido viejo remiendo de paño nuevo
y vino nuevo en odres viejos.
Deja ya de soñar en rebajas,
en normas y en trampas legales,
y no intentes comprar el reino de mi Padre.
No te arrastres bajo el peso de la ley;
corre libremente impulsado por el amor.
Y, en vez de morir, ¡vive!
¡Empieza a ser cristiano!
Florentino Ulibarri
crear en vez de destruir,
perseverar en vez de claudicar,
alabar en vez de criticar,
curar en vez de herir,
reconciliar en vez de pelear,
enseñar en vez de esconder,
compartir en vez de robar,
actuar en vez de aplazar,
crecer en vez de conservar,
comprender en vez de juzgar,
unir en vez de separar,
alumbrar en vez de esconder,
bendecir en vez de blasfemar,
compartir en vez de almacenar,
sembrar en vez de cosechar...
y en vez de morir vivirás.
Y sabrás por qué mi palabra es palabra de vida
y mi evangelio buena noticia;
por qué de nada sirve, aunque se estile,
echar a vestido viejo remiendo de paño nuevo
y vino nuevo en odres viejos.
Deja ya de soñar en rebajas,
en normas y en trampas legales,
y no intentes comprar el reino de mi Padre.
No te arrastres bajo el peso de la ley;
corre libremente impulsado por el amor.
Y, en vez de morir, ¡vive!
¡Empieza a ser cristiano!
Florentino Ulibarri
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