A veces alardeamos de ser sus fieles seguidores, pero no somos capaces de escuchar la palabra que es sabiduría, que da vida en la relación con Dios y los hermanos aceptando la diferencia y construyendo en la unidad. Permanecer es quedarse, es saber que la palabra "esperanza" contiene otra palabra: "espera". En tiempos de desolación no hay que hacer mudanza. Por eso Jesús espera con la confianza intacta en el Padre. Confiemos también nosotros. Aunque todo se tambalee somos discípulos de aquel que está con nosotros todos los días, impulsando, acompañando, consolando, alegrando. Hagamos de nuestro día una página imborrable de nuestra historia.
La verdad nos hace libres. La Verdad es Jesucristo. En él, que es la Verdad, seremos libres. Nos libera del pecado que nos atrapa en el mal. Nos invita a una vida nueva. Libres de las ataduras de la mentira y el egoísmo. Para acercarnos a Dios con sencillez y necesidad.
Habitualmente entendemos por libertad algo muy distinto a lo que indica la frase del Señor. Creemos que la libertad se asienta en la voluntad arbitraria y caprichosa, o en lo que apetecemos en cada momento. Sin embargo, lo que realmente nos hace libres es vivir en la verdad. Libertad la que Él nos da para seguirle, para responder. La que genera un proyecto de vida y la perseverancia. La que no hace ser a 'imagen y semejanza de Dios'. La que nos da el título de 'rey' recibido en el bautismo. La que nos lleva a vivir con vocación.
Él es la Verdad y según dice Él, "la verdad os hará libres". Libres a su lado, libres permaneciendo con Él, libres al dejar todo para seguirle, libres de responder con la vida, libres de renovar la fe cada día, libres de buscarle por cada rincón, en cada relación. Libres es hacer un proyecto de sentido con el Evangelio y tener la disponibilidad total para servir al que sufre.
Ayúdanos, Señor, a reconocer que la verdad está fuera de nosotros y que solo ella (solo tú) nos hace libres. Señor, ayúdanos a abrir nuestros corazones a tu verdad, a seguirte con valentía y humildad. Que podamos renunciar a cualquier cosa que nos ate al pecado y abrazar la libertad y la vida que encontramos en ti. Señor, libéranos de tantas ataduras que tenemos y de las que no somos conscientes.
El pecado nos hace esclavos, pero Cristo nos libera definitivamente. ¿Qué pecados son los que más me atan? ¿Estoy dispuesto a alejarme de ellos?
Libres
Libres para decir no.
Liberados de la hipocresía, la violencia,
la mentira, la oración vacía, el qué dirán,
la comodidad enquistada, las jaulas de oro,
la búsqueda enfermiza de aprobación,
los apegos que controlan la voluntad,
la indiferencia ante los pobres.
Liberados en ti, Señor.
Libres para decir sí.
Libres para liberar y servir,
para amar y perdonar,
para anunciar y denunciar.
Libres para soltar los miedos en ti.
Libres para decir no. Libres para decir sí.
Libres para ir a tu viña. Libres en ti, Señor.
(Fermín Negre)
Comentarios
Publicar un comentario