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Servir

 



«El que quiera ser primero, que sea esclavo. Igual que el Hijo del hombre ha venido para servir y dar su vida». 

(Mt 20, 20-28).


La clave de estar junto a Jesús, sentados a su lado, es identificarse con un modelo de vida, con una manera de entender el mundo y descubrir que en la relación con Dios lo que está en juego es la vida. Darse y servir como Él lo hizo.

Santiago Apóstol, raíz de nuestra fe como pueblo, nos recuerda hoy que la única forma de reinar con Jesús es desde el servicio y desde la entrega. Escuchémosle y sigamos su ejemplo.


 

 

La felicidad crece con el servicio, y el servicio surge de la humildad.
Para ser el primero, ponte al final.
Para ser grande, hazte pequeño.
Para ser feliz, ponte a servir

 

 

Peregrinamos para llegar a la meta pero también para hacer camino, para gustar el camino y hacernos uno con él. Jesús es el Camino. En Él aprendemos a confiar, a ser humildes, a vivir con paz la fragilidad de nuestro barro, a ser compasivos, a compartir, a servir a los hermanos.

Los grandes, los poderosos, oprimen a los sencillos. Y los pequeños, los pobres encuentran refugio en el Camino. "Derriba a los soberbios y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos".
Proclama mi alma la grandeza del Señor.

«La catedral de Santiago, guarda la memoria de un amigo de Jesús, de uno de los discípulos predilectos, el primero de los Apóstoles que con su sangre dio testimonio: Santiago el Mayor, el hijo de Zebedeo». (San Juan Pablo II)

Lo tuyo es darte

Nos empeñamos en apropiarnos de todo
y nos quedamos solo con la frustración.
Queremos programar cada instante
pero la vida se nos escapa de las manos.
Nos gustaría conocerlo todo
y nos descubrimos los más ignorantes.
Soñamos con triunfar en cada proyecto
pero el fracaso nos devuelve a nuestro sitio.
Lo tuyo es dar, darte, sin calcular.
Lo nuestro es recibir, acoger, sin preguntar.
Solo me conozco al mirarme en Ti.
Eres el manantial del que todo brota,
donde veo la primera luz y empiezo a correr.
Eres el mar, donde todo acaba
hacia allá me dirijo, en Ti quiero descansar.

(Javi Montes, sj)


 

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