Ser lo que soy
“El que no está conmigo
está contra mí”
(Lc
11,14-23)
Hoy es un día para revisar si hay algo en mí que no va de
acuerdo con mi condición de católico.
Dios quiere un reino fuerte y consolidado.
Nos quiere muy unidos a Él.
¿Realmente lo estamos?
¿O solo “de boquilla”?
Frente a Jesús:
No caben las medias tintas.
No caben el “sí pero no”.
No cabe el “quisiera, pero no puedo”.
Sólo vale el “quiero y por eso puedo”.
No caben las medias tintas.
No caben el “sí pero no”.
No cabe el “quisiera, pero no puedo”.
Sólo vale el “quiero y por eso puedo”.
Por eso es una pena ver esos cristianos bautizados:
Que se dicen cristianos.
Pero viven como si no lo fueran.
Cristianos que piensan como el resto.
Pero no piensan como desde el Evangelio.
Que se dicen cristianos.
Pero viven como si no lo fueran.
Cristianos que piensan como el resto.
Pero no piensan como desde el Evangelio.
Jesús es claro:
“El que no está conmigo está contra mí”.
“El que no recoge conmigo, desparrama”.
O estamos con él o no estamos.
O le seguimos con todas las consecuencias.
O mejor nos quedamos.
Más vale un cristiano auténtico, que cien a medias.
Más vale un cristiano que toma en serio el Evangelio,
Que el que vive el Evangelio según sus conveniencias.
Somos o no somos.
Pero nadie a medias.
Una mujer o está embarazada o no lo está.
Pero no hay embarazos a medias.
O estamos muertos o estamos vivos.
Pero no hay ni muertos a medias.
Ni vivos a medias.
O estamos con El o no estamos con El.
“El que no está conmigo está contra mí”.
“El que no recoge conmigo, desparrama”.
O estamos con él o no estamos.
O le seguimos con todas las consecuencias.
O mejor nos quedamos.
Más vale un cristiano auténtico, que cien a medias.
Más vale un cristiano que toma en serio el Evangelio,
Que el que vive el Evangelio según sus conveniencias.
Somos o no somos.
Pero nadie a medias.
Una mujer o está embarazada o no lo está.
Pero no hay embarazos a medias.
O estamos muertos o estamos vivos.
Pero no hay ni muertos a medias.
Ni vivos a medias.
O estamos con El o no estamos con El.
Señor: dame la
gracia ser un bautizado de veras.
Señor: dame la gracia de vivir mi bautismo con sinceridad y no a medias.
Señor: dame la gracia de que sea sacerdote entero y no a medias.
Señor: dame la gracia estar casado de verdad y no con un pie fuera del hogar.
Señor: dame la gracia de vivir mi bautismo con sinceridad y no a medias.
Señor: dame la gracia de que sea sacerdote entero y no a medias.
Señor: dame la gracia estar casado de verdad y no con un pie fuera del hogar.
Todo aquello que siembre confusión, discordia, mentira o
división, tanto dentro como fuera de la Iglesia, viene del maligno.
Donde está el Espíritu de Dios, en cambio, brilla la
verdad, se da el perdón y la comunión y se genera la vida.
Vengo, Señor, a
pedirte perdón
porque eres misericordia.
Cuando no tengo control
y consumo más de lo necesario,
mientras que hay otros que no tiene
ni lo necesario para sobrevivir:
perdón, Señor.
Cuando me dejo llevar del tener,
del comprar impulsivo,
y no tengo tiempo para los demás:
perdón, Señor.
Cuando no hago nada más
que amontonar trastos
que me impiden ver tu luz:
perdón, Señor.
porque eres misericordia.
Cuando no tengo control
y consumo más de lo necesario,
mientras que hay otros que no tiene
ni lo necesario para sobrevivir:
perdón, Señor.
Cuando me dejo llevar del tener,
del comprar impulsivo,
y no tengo tiempo para los demás:
perdón, Señor.
Cuando no hago nada más
que amontonar trastos
que me impiden ver tu luz:
perdón, Señor.
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