"Hágase"
"Aquí está la
esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra".
En mitad de la Cuaresma una mujer, apenas una niña,
llamada a ser madre cuando la maternidad no entraba todavía en sus planes,
recibe la novedad de Dios con sorpresa y de rodillas:
"Aquí tienes a tu sierva. Que se haga en mí tu
Palabra".
Un día como hoy la historia de la humanidad cambió cuando
María dijo su "SI" valiente a Dios, concibiendo desde aquel momento a
Jesús y convirtiéndose en protectora del Niño Dios que un día nacería y
salvaría al mundo.
¡Señor, ayúdanos a estar disponibles como lo estuvo tu Madre!
¡Señor, ayúdanos a estar disponibles como lo estuvo tu Madre!
Y María le dio su SÍ al ángel sin miedo ante la situación
en la que se quedaba.
Eso es generosidad.
Eso es Fe
Dos letras que cambiaron el mundo: SÍ.
Que sepamos, como
María, tener siempre esa alegría y confianza en lo que nos pide el Señor.
Dispuestos a escucharle.
Ante lo inesperado, no temas.
Ante lo que te sobrepasa, no temas.
Ante lo que no entiendes, no temas.
Ante lo que está por venir, no temas.
Ante lo que te sobrecoge, no temas.
Ante tus abismos, no temas.
No temas.
No temas.
No temas.
La misión de María es hoy, también, la misión de la
Iglesia: acoger al Espíritu Santo, para hacer presente a Jesucristo en medio
del mundo, por medio de la Palabra, los Sacramentos y la Caridad.
ORACIÓN
La Palabra, para
ser dicha.
La Verdad, para ser
proclamada.
El Camino, para ser
recorrido.
La Luz, para ser
encendida.
La Vida, para ser
vivida.
El Amor, para ser
amado.
La Alegría, para
ser compartida.
El Sacrificio, para
ser ofrecido.
La Paz, para que
sea dada.
El Pan de Vida,
para que sea mi sustento.
El Hambriento, para
ser alimentado.
El Sediento, para
ser saciado.
El Desnudo, para
ser vestido.
El Desamparado,
para ser recogido.
El Enfermo, para
ser curado.
El Solitario, para
ser amado.
El Indeseado, para
ser querido.
El más Pequeño,
para abrazarlo.
El Preso, para ser
visitado.
El Anciano, para
ser atendido.
Para mí, Jesús es
mi Dios.
Jesús es mi Esposo.
Jesús es mi Vida.
Jesús es mi único
amor.
Jesús es mi Todo.
Amén.
Santa Teresa de Calcuta
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