“Lo que Dios ha unido,
que no lo separe el hombre”.
(Mc 10, 1-12).
Que la Palabra haga mención de realidades como la amistad (Eclo
6, 5-17) o la pareja, significa que Dios es más interior a nosotros que nosotros mismos
y que nuestras vidas deben estar siempre al abrigo de la mirada de Dios
La amistad es uno de esos dones naturales con los que
Dios ha regalado al hombre con su creación.
Dios nos une.
Une a amigos, a hermanos, a familias, a comunidades, a
parejas...
Y el vínculo es el amor.
Todo amor viene de Dios.
Él es la fuente, el manantial que nos nutre; el fuego que
nos calienta el corazón.
Que no se seque.
Que no se apague.
Qué fácil resulta adulterar el amor verdadero, también
entre los cristianos, cuando rechazamos el amor esponsal e incondicional de
Cristo por su Iglesia, dejándonos seducir por los ídolos del mundo.
El matrimonio cristiano es cosa de tres, porque los
esposos se sienten unidos por Dios, y por su Amor.
Pero, ¿sigue teniendo sitio Dios a diario en nuestra
familia?
Cuando prescindimos de Él y de cómo nos hace vivir el
Amor, todo se debilita.
El matrimonio es la explicación del amor que Dios nos
tiene.
Por éste amor de Dios no debemos condenar a quienes
fracasan en el amor sino caminar con ellos...
Damos gracias a
Dios por los matrimonios que trabajan, se esfuerzan y piden a Dios fuerza para
vivir unidos como Dios quiere.
Pedimos por aquellas familias que sufren situaciones difíciles y se tambalean.
Pedimos por aquellas familias que sufren situaciones difíciles y se tambalean.
Dios y Padre santo, autor del universo,
que creaste al
hombre y a la mujer a tu imagen,
Tú bendices y multiplicas el amor de nuestras
familias.
Te pedimos humildemente por todas las familias,
Te pedimos humildemente por todas las familias,
especialmente por las que
sufren.
Descienda, Señor,
sobre ellas tu bendición y la fuerza de
tu Espíritu.
Que en la alegría te alabemos, Señor,
Que en la alegría te alabemos, Señor,
y en la tristeza te busquemos;
en el
trabajo encontremos el gozo de tu ayuda y en la necesidad sintamos cercano tu
consuelo.
Que tu Espíritu de Amor, Señor, transforme nuestra vida y nuestras familias
Que tu Espíritu de Amor, Señor, transforme nuestra vida y nuestras familias
den
buen testimonio de esperanza, fe y solidaridad con los pobres.
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