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La verdadera fortuna

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“Su nombre es santo,  y su misericordia llega a sus fieles  de generación en generación” .  (Lc 1,46-56).  Se acerca el día más grande para la cristiandad, y sólo podemos mirarnos, dar gracias a Dios por lo que ha hecho en nosotros y a veces no valoramos, y las que sí lo hacemos vemos lo mucho que desde nuestra pequeñez podemos hacer. María entona un canto que rebosa alegría. Es el gozo de saberse elegida por Dios. Descubrir que la mirada de Dios va más allá de las apariencias, de los tronos y poderes, y llega al corazón de los humildes y los hambrientos. María canta la misericordia de Dios. La humilde nazarena canta, llena de alegría, la grandeza del Señor. Efectivamente, el Señor es grande y poderoso y, sin embargo, se fija en los pequeños, en los que no cuentan. Reconoce que el Todopoderoso ha hecho obras grandes en ella: su modo de actuar la hace feliz. El Poderoso ha hecho obras grandes en María. Un Dios misericordioso con su pueblo 'de generación a generación'....

Los "sueños" de Dios

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    "Le pondrán por nombre Emmanuel,  que significa Dios con nosotros"   (Mt 1,18-24) El nacimiento de Jesús no sucede en un palacio ni en circunstancias extraordinarias. Se gesta en el seno de una familia humilde, donde José y María responden con fidelidad y amor. Dios actúa en lo ordinario de la vida: en el trabajo de cada día, en las acciones con los demás... Dios actúa en medio de la duda y la confusión, mostrando caminos donde parece no haberlos. Tan solo tienes que aprender a escuchar su voz y dejar que su guía te fortalezca para cumplir tu misión. "Por obra del Espíritu Santo." ¿Cuánto de lo que vivimos es obra del Espíritu Santo y no lo reconocemos? Nos atribuimos los éxitos y las derrotas como una responsabilidad nuestra. De ahí nacen sentimientos de superioridad y culpas. Pero vivimos con el "Emmanuel", el "Dios con nosotros". Con nosotros en cuando somos brillantes e iluminamos. Con nosotros cuando se nos ven las costuras...

Nada es imposible

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  «He aquí la esclava del Señor;  hágase en mí según tu palabra».   (Lc 1, 26-38). El anuncio del ángel nos revela la ternura de Dios, que entra en la historia con delicadeza y pide la colaboración de una joven sencilla. María se abandona en la confianza y responde con su “Hágase”. Con ese sí abre las puertas a la Encarnación y se convierte en Madre del Emmanuel, Dios-con-nosotros. La navidad es el tiempo que Dios nos regala de volver a lo esencial. Al pañal y al abrazó. Al cuidado y la lactancia. Volver a ser lo más puro que Dios nos ha regalado, el asombro y el cuidado. La salvación no es que venga alguien poderoso y nos resuelva nuestros problemas. Es que Dios nos active la capacidad de extender los brazos, de dar y recibir abrazos, de mirar con profundidad los ojos del otro. Que se haga en nosotros el sueño de Dios de vivir como hijos amados. María... alégrate. Es un gozo ser madre, elegida por Dios, vivir la maternidad, ser parte importante de la historia de ...