En lo inesperado
"No temas, Zacarías, porque tu ruego ha sido escuchado: tu mujer Isabel te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan." (Lc 1,5-25). Cuando elevamos nuestra oración al cielo, desde un corazón confiado en que él nos escucha, no con nuestro tiempo, sino con el tiempo de Dios, nuestra vida se llena de gracias hacia aquel que nos ha amado y colma con su bendición. La cercanía y la presencia del Señor Dios se ha revelado de muchas formas y maneras. Pero siempre ofrece a lo humano la misma oferta. "No temas", no hay razones para vivir en el temor. Dios siempre nos regala lo que más necesitamos. Él escucha nuestros ruegos. Pon tu confianza en el Señor y él nos dará lo que pide nuestro corazón. Y nos da lo que siempre hemos anhelado. Amar lo que somos, lo que vivimos, lo que nos rodea. ¡Alégrate! Hoy el Señor vuelve a llamarte, a elegirte, y está contigo. Zacarías, sacerdote, descendiente de Aarón, casado con Isabel, no tenía hijos. El ángel Gabriel le an...