Nuestro sí
“Hijo,
ve hoy a trabajar en la viña”
(Mt 21,28)
La parábola del evangelio advierte del peligro de mantener las formas, pero no hacer lo que el Padre nos pide.
Jesús sí fue a trabajar en la viña.
Nos amó hasta el
extremo.
En la época de Jesús esas personas eran especialmente los
sumos sacerdotes y ancianos del pueblo.
Hoy podemos ser nosotros.
Por eso las preguntas de Jesús invitan a examinar sinceramente
nuestra vida.
¿Vivo con coherencia la llamada de Jesús a anunciar el
Evangelio?
Y a pedir la gracia de convertirnos en todo lo que sea
necesario.
“Virgen y Madre María, ayúdanos a decir nuestro «sí» ante la urgencia, más imperiosa que nunca, de hacer resonar la Buena Noticia de Jesús” (EG 288).
• Ayuda, Señor, a nuestra poca coherencia y haznos más fieles en vivir según la voluntad del Padre.
Concédeme la gracia
de rectificar en mis errores y retomar la senda del Querer del Padre para poder
transparentar en mi vida tu Presencia sanadora acogiendo a quien acuda a mí y
ser testimonio vivo de tu redención.
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