Ir al contenido principal

Cambia el luto en danza.


«Cuando les sea arrebatado el esposo, ayunarán».
(Mc 9,14-15).

El ayuno comienza al dejar todo aquello que nos aleja del encuentro, lo que no le deja sitio, lo que lo aparta del centro de nuestra vida. Ayunemos de lo que nos impide responder con libertad, generosidad, entrega, gratuidad... es una relación amorosa.

El ayuno no se hace para que nos quiera, para que nos ame, para que camine con nosotros. Él nos quiere ayunemos o no.

El creyente sabe que su ayuno sin amor no vale y que la mejor penitencia es amar y compartir, trabajar por la paz y la justicia.


El ayuno verdadero es pues, compartir con el hambriento, ayudar al que tiene menos que tú, es tenderle una mano a la viuda, es hacerle compañía al anciano, es dar de tu tiempo para servir al otro.

 No mires tanto lo que hacen los demás. Tú cumple, y serás feliz por la cercanía de Jesús, siempre a tu lado

«¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos?» El luto es señal de pérdida, de vacío, de soledad. El luto es llorar aquello que perdimos. Por eso no podemos llorar a quién tenemos a nuestro lado, nos acompaña en nuestro camino de conversión y fortalece en nuestro buen hacer de cada día. Los cristianos no podemos vivir instalados en el luto y el duelo. Claro que sufrimos y perdemos, pero nuestra confianza en el resucitado, en Jesús, hace que creamos que su amor es más fuerte que la muerte. Cambia el luto en danza.
Dios nos quiere felices. Jesús compara su convivencia con nosotros con un banquete de bodas. La alegría es el fruto del Espíritu y la mejor manera de mostrar la fe. Sonríe al amanecer y agradece la vida. Trabaja con alegría. Contagia el gozo a quien se te acerque.

Cuando Tú estás, la alegría llena nuestro corazón y la vida entera. Tú eres nuestro gozo. Tu verdad nunca pasa de moda.

La presencia del Señor entre sus discípulos justifica su alegría y el vivir confiados en sus cuidados. Es el estar ausente lo que obliga a sus discípulos a estar en tensión, procurando la conversión mediante el ayuno, la oración y la limosna. Dejaos reconciliar y tocar por Dios.


Ayuno

Se fueron las horas
en perseguir espejismos.
Se gastó la mirada
contemplando apariencias.
Se secó el río interior
en la sequía de tu palabra.
Se estrellaron los sueños
contra amaneceres sin proyecto.
Se apagó el hambre
con manjares que no saciaban.
Se emborrachó el alma
apurando mentiras.
Y paso a paso
extraviamos el paso.
Solo ayunar
de tanta quimera
podía devolvernos
al camino, contigo.

(José María R. Olaizola, sj)


 

 

 

 

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

SAN JOSÉ

Salve, José, amante y tierno padre. Salve, guardián de nuestro Redentor. Esposo fiel de tu bendita Madre y salvador del mismo Salvador. Al buen Jesús pudiste ver sin velo y sobre ti sus miembros reclinó. Al Hacedor de tierra, mar y cielo con cuánto amor le besas y te besó. ¡Oh, qué feliz el nombre de Hijo que dabas! Ninguno fue por Dios tan encumbrado como tú, José. ¡Oh, fiel guardián de nuestro Redentor! Dichoso aquél, José, que tú proteges y el que con fe te invoca en la aflicción, jamás, jamás lo dejas sin amparo y protección. ¡Oh, San José, amante y tierno padre, santo sin par y espejo de virtud! Haznos amar a la divina Virgen y a nuestro Dios y Salvador. “Protege, oh bienaventurado José, protégenos en nuestras tribulaciones. Defiéndenos de las asechanzas del demonio, protégenos con tu patrocinio, y ayúdanos y sostennos con tu auxilio para que podamos santamente vivir, piadosamente morir y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza”. (León XIII)

Gracias, Señor.

El titulo de esta entrada me la ha do el Papa Francisco esta mañana en su tuit  @ Pontifex_es Termina un año y estamos a punto de comenzar uno nuevo. Se cierra un libro y empieza un nuevo libro con las paginas en blanco. Hoy es un buen momento para hacer balance del año, pedir perdón, dar gracias y pedir ayuda.  En el año que termina ha habido de todo, pero la certeza del amor de Dios ha estado conmigo todos los días. Su ternura la he sentido muchas veces, y muchas veces su mano me ha levantado. Gracias, Señor porque no termino el año sólo y el nuevo lo puedo empezar contigo. Por eso yo no le pido nada al 2015, yo se lo pido a Dios. En tus manos Señor pongo mi vida en este nuevo año 2015

Santa Teresa de Calcuta

UN ÁNGEL EN LA TIERRA   SEÑOR ENSÉÑANOS A AFRONTAR  LAS LUCHAS DE LA VIDA DIARIA “Señor crucificado y resucitado, enséñanos a afrontar las luchas de la vida diaria, para que vivamos en una mayor plenitud. Tú has acogido humilde y pacientemente los fracasos de la vida humana, como los sufrimientos de tu Crucifixión, así pues, ayúdanos a vivir las penas y las luchas que nos trae cada jornada como ocasiones para crecer y asemejarnos más a Ti. Haznos capaces de afrontarlas pacientemente y con coraje, llenos de confianza en tu apoyo”. (Santa Madre Teresa de Calcuta) "Líbrame, Jesús mío, del deseo de ser amada, del deseo de ser alabada, del deseo de ser honrada, del deseo de ser venerada, del deseo de ser preferida, del deseo de ser consultada, del deseo de ser aprobada, del deseo de ser popular, del temor de ser humillada, del temor de ser despreciada, del temor de sufrir rechazos, del temor de ser calumniada, del temor de ser olv...