Ven
En nuestros miedos de la vida, su respuesta es 'Soy yo'. No perdamos la fe, dejémosle sitio en nuestra barca, no nos alejemos de Él, renovemos nuestro compromiso y nuestra amistad con Él.
La vida cristiana es la de Pedro: "Mándame ir hacia ti andando sobre el agua. Él le dijo: Ven". Esa es la forma de la Misión: cuando Jesús llama y dice VEN, invita a andar en el apasionante equilibrio de las aguas bravas de la vida, sin más apoyo que la confianza en su Palabra
"¿Quién es este, que hasta el mar y el viento le obedecen?" Encendamos la antorcha de la fe y salgamos al mundo firmes sobre las aguas que amenazan tragarnos, porque la mano de Jesús está entre las nuestras, solo falta que confiemos en Él
Madre, puerto de nuestra vida en las tormentas, en las que gritamos desconfiados, 'Señor, sálvame'. Llévanos a vivir sus palabras: "¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!
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