Ir al contenido principal

MANOS ANÓNIMAS, SONRISA DE DIOS

MANOS ANÓNIMAS, SONRISA DE DIOS
El caballero que me dio el dinero para comprar la silla de ruedas para Carlos Alberto, lo primero que me dijo fue: “Padre, disculpe que no le dé mi nombre. Quiero que esto quede entre usted y yo.”
Quise respetar su anonimato hasta donde fuese posible. No le pregunté por su nombre, pero dentro de mí pensaba: ¡Qué maravillosas son las manos anónimas, las manos que no llevan nombre ni apellido para la prensa! De todos modos, sonriendo me atreví a decirle: “Hermano, siento mucho defraudarte. Lo de tu nombre que quede ahí. Pero que esto que acabas de hacer, quede “entre nosotros dos” sí que lo veo bien difícil."
¿Por qué? Me pregunta preocupado. "¿No dijo el Señor que no sepa una mano lo que hace la otra?" "Tranquilo, hermano. Te digo que esto no puede quedar entre tú y yo, por una razón muy sencilla. Porque ése mismo que ha dicho que una mano no se entere de lo que hace la otra, se va a enterar, mejor dicho, ya se ha enterado… Y Carlos Alberto también se va a enterar cuando vea la silla."
Mi buen hombre se echó a reír y feliz se fue. La caridad que lleva demasiadas firmas y sellos tiene el peligro de ser más vanidad que caridad. La caridad que invita a la prensa pudiera ser la manera de pretender un poco de figuración, siempre se gana “alguito”. Pero cuando las manos que dan son manos anónimas, sin nombre ni apellidos, de ordinario suelen llevar la firma de Dios.
 https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhplyZgH6DHffJUBQa20C0Xpa8WQoRT721v3jtmbiLyTjrYrIH2HCVwqCFqm4RwPyRk4s-efslhMG5y4T-DIA_dnAJrO_DaVw38WdridB2GptuXmdl_AzeNoQjBPIOvdN2-fCk_k3G40WY5/s320/MANOS+ROJAS_2%255B1%255D.jpg
Esto pude verlo en la sonrisa de Carlos Alberto cuando vio entrar a su casa de esteras una preciosa silla cromada, su emoción le impedía decir nada, pero su sonrisa colgada de su cara dijo lo suficiente. ¡Qué fácil es hacerle sonreír a Dios en la sonrisa de los hombres! ¡Qué fácil es hacer sonreír el corazón humano!
Unos dineros anónimos. Unas manos anónimas. Y una silla cromada que es todo un sueño que se hace realidad. Un corazón que no busca publicidad, que no busca votos, que no compra ascensos. Un corazón que simple y llanamente conecta y sintoniza con otro corazón. Y todos con la central de los corazones: el corazón de Dios. Aquel día fue un día feliz. Había visto sonreír a Dios en la sonrisa de Carlos Alberto.
 Clemente Sobrado C. P.

Comentarios

Entradas populares de este blog

SAN JOSÉ

Salve, José, amante y tierno padre. Salve, guardián de nuestro Redentor. Esposo fiel de tu bendita Madre y salvador del mismo Salvador. Al buen Jesús pudiste ver sin velo y sobre ti sus miembros reclinó. Al Hacedor de tierra, mar y cielo con cuánto amor le besas y te besó. ¡Oh, qué feliz el nombre de Hijo que dabas! Ninguno fue por Dios tan encumbrado como tú, José. ¡Oh, fiel guardián de nuestro Redentor! Dichoso aquél, José, que tú proteges y el que con fe te invoca en la aflicción, jamás, jamás lo dejas sin amparo y protección. ¡Oh, San José, amante y tierno padre, santo sin par y espejo de virtud! Haznos amar a la divina Virgen y a nuestro Dios y Salvador. “Protege, oh bienaventurado José, protégenos en nuestras tribulaciones. Defiéndenos de las asechanzas del demonio, protégenos con tu patrocinio, y ayúdanos y sostennos con tu auxilio para que podamos santamente vivir, piadosamente morir y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza”. (León XIII)

Gracias, Señor.

El titulo de esta entrada me la ha do el Papa Francisco esta mañana en su tuit  @ Pontifex_es Termina un año y estamos a punto de comenzar uno nuevo. Se cierra un libro y empieza un nuevo libro con las paginas en blanco. Hoy es un buen momento para hacer balance del año, pedir perdón, dar gracias y pedir ayuda.  En el año que termina ha habido de todo, pero la certeza del amor de Dios ha estado conmigo todos los días. Su ternura la he sentido muchas veces, y muchas veces su mano me ha levantado. Gracias, Señor porque no termino el año sólo y el nuevo lo puedo empezar contigo. Por eso yo no le pido nada al 2015, yo se lo pido a Dios. En tus manos Señor pongo mi vida en este nuevo año 2015

Santa Teresa de Calcuta

UN ÁNGEL EN LA TIERRA   SEÑOR ENSÉÑANOS A AFRONTAR  LAS LUCHAS DE LA VIDA DIARIA “Señor crucificado y resucitado, enséñanos a afrontar las luchas de la vida diaria, para que vivamos en una mayor plenitud. Tú has acogido humilde y pacientemente los fracasos de la vida humana, como los sufrimientos de tu Crucifixión, así pues, ayúdanos a vivir las penas y las luchas que nos trae cada jornada como ocasiones para crecer y asemejarnos más a Ti. Haznos capaces de afrontarlas pacientemente y con coraje, llenos de confianza en tu apoyo”. (Santa Madre Teresa de Calcuta) "Líbrame, Jesús mío, del deseo de ser amada, del deseo de ser alabada, del deseo de ser honrada, del deseo de ser venerada, del deseo de ser preferida, del deseo de ser consultada, del deseo de ser aprobada, del deseo de ser popular, del temor de ser humillada, del temor de ser despreciada, del temor de sufrir rechazos, del temor de ser calumniada, del temor de ser olv...