Ir al contenido principal

Oración para la liturgia del domingo 25 del tiempo ordinario, A (18-9-2011)



NO OLVIDES, SEÑOR
En el amanecer de cada día pronunciar mi nombre,
enviarme, como si fuera la primera vez,
a sembrar ilusiones en los senderos espinosos
a llevar esperanza, donde gime el hombre perdido.
Image
NO ME OLVIDES, SEÑOR
Y, si no te escucho,
manda el aliento de tu Santo Espíritu
para que, ajustándome con salario divino
-ser feliz haciendo lo que yo hago-
y nunca me canse de trabajar con el arado de mis manos
la divina hacienda o tierra que me confías.

NO ME OLVIDES, SEÑOR
Si me destinas a formar una familia,
que sea responsable en su crecimiento humano y espiritual
Si te fijas en mí para proclamar tu Palabra
que lo haga de una forma nítida y sensata
Si me llamas para ejercer la caridad,
que no me fije en aquello que doy..ni en lo que dejo atrás.

NO ME OLVIDES, SEÑOR
¡Tengo tanto miedo de no ser tu asalariado!
¡Tengo tanto temor de que no cuentes conmigo!
¡Tengo tantas dudas de si estoy trabajando tu viña
o si, por el contrario, estoy trabajando mi terreno.

NO ME OLVIDES, SEÑOR
No pases de largo y si me ves reticente
empújame con el auxilio de tu Gracia
Sorpréndeme con nuevos proyectos e ilusiones
Levántame cuando, bajo las cepas de tu viña,
vea que no producen o verdean el fruto deseado.

¡NO ME OLVIDES, SEÑOR!
Y, si no acierto a la hora de podar tu viña; perdóname
Y, si exijo algo que no es mío; que recupere la paz
Y, si las tormentas se desatan; dame un poco de calma.

¡NO ME OLVIDES, SEÑOR!
Que, hoy más que nunca, quiero ir a tu viña
Porque, entre otras cosas, trabajando para Ti y contigo
es el mejor salario que jamás haya recibido
A lo dicho, Señor…
No pases de largo…
Quiero trabajar contigo
                                                                              Amén.

                                        Javier Leoz Ventura, sacerdote diocesano de Pamplona

Comentarios

  1. Que oración tan bonita nos traes hoy Juanlu, gracias por compartir tan bonito regalo. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. No me olvides Señor
    (gracias, preciosa oración)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

SAN JOSÉ

Salve, José, amante y tierno padre. Salve, guardián de nuestro Redentor. Esposo fiel de tu bendita Madre y salvador del mismo Salvador. Al buen Jesús pudiste ver sin velo y sobre ti sus miembros reclinó. Al Hacedor de tierra, mar y cielo con cuánto amor le besas y te besó. ¡Oh, qué feliz el nombre de Hijo que dabas! Ninguno fue por Dios tan encumbrado como tú, José. ¡Oh, fiel guardián de nuestro Redentor! Dichoso aquél, José, que tú proteges y el que con fe te invoca en la aflicción, jamás, jamás lo dejas sin amparo y protección. ¡Oh, San José, amante y tierno padre, santo sin par y espejo de virtud! Haznos amar a la divina Virgen y a nuestro Dios y Salvador. “Protege, oh bienaventurado José, protégenos en nuestras tribulaciones. Defiéndenos de las asechanzas del demonio, protégenos con tu patrocinio, y ayúdanos y sostennos con tu auxilio para que podamos santamente vivir, piadosamente morir y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza”. (León XIII)

Gracias, Señor.

El titulo de esta entrada me la ha do el Papa Francisco esta mañana en su tuit  @ Pontifex_es Termina un año y estamos a punto de comenzar uno nuevo. Se cierra un libro y empieza un nuevo libro con las paginas en blanco. Hoy es un buen momento para hacer balance del año, pedir perdón, dar gracias y pedir ayuda.  En el año que termina ha habido de todo, pero la certeza del amor de Dios ha estado conmigo todos los días. Su ternura la he sentido muchas veces, y muchas veces su mano me ha levantado. Gracias, Señor porque no termino el año sólo y el nuevo lo puedo empezar contigo. Por eso yo no le pido nada al 2015, yo se lo pido a Dios. En tus manos Señor pongo mi vida en este nuevo año 2015

Santa Teresa de Calcuta

UN ÁNGEL EN LA TIERRA   SEÑOR ENSÉÑANOS A AFRONTAR  LAS LUCHAS DE LA VIDA DIARIA “Señor crucificado y resucitado, enséñanos a afrontar las luchas de la vida diaria, para que vivamos en una mayor plenitud. Tú has acogido humilde y pacientemente los fracasos de la vida humana, como los sufrimientos de tu Crucifixión, así pues, ayúdanos a vivir las penas y las luchas que nos trae cada jornada como ocasiones para crecer y asemejarnos más a Ti. Haznos capaces de afrontarlas pacientemente y con coraje, llenos de confianza en tu apoyo”. (Santa Madre Teresa de Calcuta) "Líbrame, Jesús mío, del deseo de ser amada, del deseo de ser alabada, del deseo de ser honrada, del deseo de ser venerada, del deseo de ser preferida, del deseo de ser consultada, del deseo de ser aprobada, del deseo de ser popular, del temor de ser humillada, del temor de ser despreciada, del temor de sufrir rechazos, del temor de ser calumniada, del temor de ser olv...