Venid, benditos de mi Padre, recibid en herencia el reino preparado para vosotros. (Mateo 25, 31-46) "Si estamos atentos, hermanos, el hecho de que Cristo tenga hambre en los pobres nos es provechoso... Mira: un céntimo por un lado y el Reino por el otro. ¿Es que hay alguna comparación? Das un céntimo a un pobre y de Cristo recibes el Reino; das un pedazo de pan y de Cristo recibes la vida eterna; das un vestido, y de Cristo recibes el perdón de tus pecados. No despreciemos a los pobres, sino más bien deseémoslos y apresurémonos para avanzarnos a ellos, porque la miseria de los pobres es la medicina para los ricos, tal como el mismo Señor lo dijo: «Dad limosna de lo de dentro, y lo tendréis limpio todo», y también: «Vended lo que poseéis y dadlo como limosna» (Lc 11,41; 12, 33). Y el Espíritu Santo clama por la voz del profeta: «El agua apaga el fuego llameante, la limosna perdona los pecados.» (Si 3,30)... Tengamos, pues, misericordia, hermanos, y con la ayuda de Cri...