¿Le abrirás?
“Id y anunciad”
(Lc 7,19-23)
Jesús comunica a sus amigos lo que le ha oído al Padre: un mensaje liberador. ¿Anuncio el Evangelio sin excluir a nadie, no como quien impone una obligación, sino como quien comparte una alegría?
Atenazados nos cuesta contar lo que vemos, oímos, sentimos, vivimos. Pidamos superar lo que nos impide compartir con quienes nos rodean lo que nos hace sentirnos plenos.
Debemos hacemos la misma pregunta planteada a
Jesús: ¿somos fieles en vivir la Buena Noticia traída por él? Hemos de
responder a partir de nuestra vida. La Iglesia y cada una de sus comunidades
siguen llevando la buena noticia de Dios al mundo. Y ayudando a las personas a
ser conscientes de su dignidad, o a recuperarla. A pesar de los fallos humanos,
que debemos procurar que no nos desmotiven y no escandalicen.
"Id
y anunciad a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan,
los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan, los
pobres son evangelizados". Nosotros también vemos y oímos gestos y
milagros de amor. Vemos a muchas personas que hacen del servicio y la compasión
su forma de vivir. Por eso necesitamos una mirada limpia. Que no se quede en
las evidencias de lo mal que está todo. Sino que es capaz de descubrir el
tesoro en el barro.
En la duda no nos alejemos, en la duda acerquémonos más a Él, contemplemos más, abramos más el corazón, dejémosle más sitio. Hay que seguir creyendo en la duda, hay que renovar la fe en la incertidumbre.
Él se acerca a nosotros dejemos que nos vuelva a abrazar, a proponer, a llamar... no dudemos, no tengamos miedo sino fe.
¡Dichoso quien no se escandalice de Jesús! Dichoso aquel que, en su pobreza y fragilidad, es capaz de abrir sus brazos y su corazón para acoger y recibir a Jesús que, siendo hijo de Dios Omnipotente, es capaz de venir a nosotros escondido en la apariencia frágil de un Recién nacido. Dichoso el que, viendo la absoluta pobreza de Belén, el “solo Jesús” que hay en Belén y la indiferencia del mundo, no se escandaliza de Jesús y es capaz de reconocerle como su Rey y su Señor.
Todo lo que esperamos, todo lo que necesitamos, muy pronto será una realidad. ESTÁ A LA PUERTA LLAMANDO, ¿LE ABRIRÁS?A la luz de la Palabra, me parece intuir que nuestro Dios, el único Dios, el que modeló la tierra, la afianzó y la habitó, quiere, en este tiempo de Adviento, modelar, afianzar y habitar mi corazón, y yo quiero disponerme para que Él haga su obra, por eso, desde lo profundo del corazón, le digo:
Que el bienaventurado san Juan de la Cruz, cuya fiesta
celebramos hoy, nos enseñe a elegir el camino estrecho y empinado que conduce a
la cima del Carmelo, a la plena confianza y unión con Dios. "Un sólo
pensamiento del hombre, vale más que todo el cosmos, por tanto, sólo Dios es
digno de él". San Juan de la Cruz.
K Bonito Padre hay mucho egoísmo y poca alluda es lo megusta más alludar bajo mis posibilidades Gracias
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