Amén
Hay que construir cada día la vida sobre la escucha de la Palabra e intentar vivirla. Como hizo el hermano universal, Carlos de Foucauld
Escuchar no es igual que oír. Oír es un proceso sensorial que no afecta ni tiene efecto en quien lo hace. Escuchar requiere atender, acoger y abrirse. Dejarse interpelar, reflexionar e incluso cambiar de postura. Escucha a Dios quien también lo hace con los demás.
"Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca." Vidas cimentadas y construidas en roca firme, es lo que nos regala tener fe. Apoyarse en sentimientos, en valoraciones externas, en el éxito, el poder, la fama, es edificar sobre arena. A todos nos golpea la lluvia, la tormenta, pero los que la vivimos acompañados por Jesús no nos hundimos.
La voluntad de Dios no tiene porque coincidir con la nuestra, sabemos que es propuesta y exigencia. No se puede analizar con el 'me gusta'. Es una propuesta de proyecto de vida. Es 'construir la casa sobre roca', vivir nuestro proyecto de vida con, por y en Él.
Cuántas veces nos quedamos en las bonitas palabras. Una fe edificada sobre roca se hace visible en los hechos, en cada cosa que hacemos. El camino se demuestra andando.
El proyecto de Dios consiste en que toda la humanidad beba con abundancia en las fuentes de su amor. Pero hay todavía muchos corazones cerrados, enfrentados. Abre tus manos y di varias veces: “Hágase tu voluntad”.
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