Voy a tu encuentro



 

"Luz para alumbrar a las naciones"
(Lc 2, 22-35)
 
Y algunos viven muy a gusto en las tinieblas y las quieren para todos, sin embargo, nos ha nacido la Luz que llena de esperanza un mundo gris.
 
Es momento de poner nuestras vidas en mano de Dios.
Recibamos al niño Dios en nuestra debilidad y miseria.
 
Es el Espíritu impulsa a Simeón para ir al templo.
Se encuentra con Jesús y lo VE como el Salvador.
Una mirada profunda de fe y un reconocimiento de haber cumplido su misión.
La vida tiene todo su sentido cuando vemos al Salvador en medio de nuestras realidades
 
La presencia del Señor en medio de nosotros transforma nuestra vida
 
Si pudieras hacer pasar toda tu vida delante de Él, verás como todo puede cambiar en un momento.
Cuando Jesús se encuentra contigo, te dan ganas de gritar: ¡mis ojos han visto a tu Salvador!
 
Aprendamos a saber mirar a nuestro alrededor las huellas que Dios va dejando a nuestro lado.
Un detalle, una mirada, una petición, una ayuda... huellas que nos lo acercan, que nos llevan a decir como Simeón 'mis ojos han visto al Señor' .
 
El anciano lleva el niño en brazos, pero es el niño el que guía sus pasos.
¿Faltarás hoy a la cita con el Señor? 
¿Le tenderás los brazos? 
¿Le dejarás a Él que guíe tus pasos?
 
 
Jesús voy a tu encuentro
Señor Jesús, aquí estoy junto a ti. Te necesito.
Jesús amigo, extiéndeme tu mano. Te necesito.
Jesús acércate a mi soledad. Es duro sentirse solo.
Jesús, tú eres el hombre que yo quiero ser.
 
Tú me comprendes, tú eres tolerante, tú esperas.
Tú eres paciente, tú amas, tú no oprimes.
Tú eres amigo de libertad y de confiar en el hombre.
Tú confías siempre, perdonas siempre, estás siempre.
 
Ayúdame a descubrir mi rostro. Un rostro nuevo.
Ayúdame a encontrarme conmigo mismo. Ayúdame.
Ayúdame a saber como soy por dentro. Por dentro.
Ayúdame a crecer como un hombre nuevo. Nuevo.
 
Jesús de Nazaret, amigo: dame luz para ver claro.
Jesús de Nazaret, amigo: dame tu amistad sincera.
Jesús de Nazaret, amigo: dame fuerza para caminar.
Jesús de Nazaret, amigo: dame saber ser hombre.
Jesús de Nazaret, amigo: Tú que fuiste el modelo de Hombre,
has que yo sepa mirar tu rostro
y descubra mi rostro nuevo en tu rostro resucitado.
Yo lo sé Señor: vale la pena.



 

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