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La belleza de la familia según Dios

 



"El niño iba creciendo y fortaleciéndose, se llenaba de sabiduría y la gracia de Dios estaba con él" 

(Lc. 2, 22-40)

 
En un mundo donde todo se compra y se vende, la familia es un lugar de amor incondicional y gratuito donde cada uno es querido por lo que es, no por lo que produce.
Este espacio es verdaderamente sagrado.
Un refugio en la tormenta y la alegría en la dificultad.
 
La misión de la familia es fundamental para un desarrollo integral y armónico. 
El modelo de familia es la de Nazaret.
Los padres lo llevan a Jerusalén a presentarlo al Señor.
 Cumplen la ley. Simeón se admira, y Ana habla del niño.
Él va creciendo.
 
Mirar a Jesús, María y José… que demuestran que el amor siempre puede más.
Mirar a la vida como la Sagrada Familia… una familia que vive unida en el amor y la oración.
 
La familia de Jesús fue santa pero no perfecta: embarazo antes de la boda, parto a la intemperie, desterrados, pierden al niño en un viaje, el niño contesta a los profesores, la mujer se queda viuda, el hijo no se va de casa hasta los 30, la familia piensa que está loco... 
 
Toda familia implica sacrificio, aunque también lleva aneja la existencia de buenos momentos; no se puede pretender vivir en familia sin amor y no se puede pretender amar sin aceptar la cruz.
 
La fiesta de la Sagrada Familia nos invita a acoger, vivir y proclamar la verdad y la belleza de la familia, según el plan de Dios.
 
Hoy celebramos la Jornada de la Sagrada Familia 2020 con el lema: ç
"Los ancianos, tesoro de la Iglesia y de la sociedad".
Gracias, Señor, por nuestras familias, que han sido escuelas de fe y de valores humanos.
Te pedimos por aquellos hogares que viven tiempos de cansancio y desilusión, momentos en los que parece tambalearse el amor; por aquellos a quienes el sufrimiento o la crisis amenaza con romper su unidad familiar.
Ayuda a todos a gustar la serenidad del espíritu y a mantener viva la llama de la fe también en tiempos de oscuridad.
Que la familia de Nazaret sea ejemplo y ayuda para todas las familias.
 
 
Padre nuestro que estás en el cielo, tú nos has dado un modelo de vida
en la Sagrada Familia de Nazaret.
Ayúdanos, Padre amantísimo, a hacer de nuestra familia
un nuevo Nazaret donde reine la alegría y la paz.
Que sea profundamente contemplativa,
intensamente eucarística y vibrante de gozo.
Ayúdanos a permanecer unidos en los gozos y en las penas
gracias a la oración familiar.
Enséñanos a reconocer a Jesús
en cada miembro de nuestra familia,
particularmente cuando sufre y está herida.
Que el Corazón eucarístico de Jesús
haga nuestros corazones suaves y humildes, semejantes al suyo (Mt 11,29).
Ayúdanos a cumplir santamente nuestra vocación familiar.
Que nos podamos amar los unos a los otros
como Dios nos ama a cada uno
cada día más,
y nos perdonemos mutuamente nuestras faltas
así como tú perdonas nuestros pecados.
Ayúdanos, Padre amantísimo,
a acoger todo lo que nos das
con una amplia sonrisa.
Corazón inmaculado de María, causa de nuestra alegría,
ora por nosotros.
Santos ángeles de la guardia,
permaneced junto a nosotros,
guiadnos, protegednos.
Amén.

Santa Teresa de Calcuta



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