Ir al contenido principal

'Dad gratis'

 


'Al ver a las muchedumbres, 
                      se compadeció de ellas'.

(Mt 9, 35-10,1.6-8)

En Adviento estamos llamados a dejar atrás la rutina para alimentar esperanzas de un nuevo futuro.

El Adviento es un camino de humildad que se recorre allanando los senderos de todo egoísmo, división y rencor, para acoger al Dios que se hace pequeño para entrar en nuestro corazón.
Por medio de la Palabra y de los Sacramentos el Señor Jesús viene a nuestro encuentro, para mostrarnos el amor y la misericordia del Padre.
Y después, nos envía al encuentro del otro, para dar gratis lo que gratis hemos recibido.
El Señor nos propone 'dad gratis'.
Dar gratis tiempo, entrega, capacidad, propuestas, apoyo, servicio, transformación... ¡¡¡la vida!!!.
Ese gratis no hace referencia solo a lo material, a lo que 'pesa'... sino al corazón, a la vida.
Vivir en gratitud es reconocer que nada nos pertenece.
Hacer de la gratuidad un estilo de vida es dar sentido a quienes somos.
No conquistamos nada por nuestros méritos.
Todo es don y gracia, por lo que sólo podemos dar, lo que nos dieron.
Quienes se gastan y desgastan por la convivencia, el encuentro y el diálogo resultan imprescindibles.
Que no falte el poeta, el profeta, el pensador, el místico, el que trabaja por la paz, el que levanta puentes, el que hace pensar o el que invita a orar.
Todos son necesarios.
Ten la certeza que Dios escucha tu oración que  apenas te oiga, te responderá.
El viene a nuestro encuentro, solamente prepara tu corazón y estará contigo
El Señor venda y sana heridas, ilumina oscuridades con una luz desmedida y da la lluvia para que lo que sembramos con esfuerzo de fruto.
Vivamos la verdadera compasión, la que nos hace sentir lo que sienten los demás, acompañar en los sentimientos. 
Empaticemos con el dolor ajeno. 

Ven Señor Jesús
Ven Señor Jesús para que podamos
sintonizar con tu compasión y hacernos
compasión para nuestros hermanos.
Ven Señor Jesús para que miremos
con tus ojos la mies ya madura y trabajemos
para que no se pierda por descuido.
Ven Señor Jesús para que sintamos
la seguridad de ser escuchados e
n nuestras plegarias por todos los hombres.
Ven Señor Jesús para que en comunión
de amor con tu palabra seamos fieles
testigos de tu amor en medio del mundo.

 


Comentarios

Entradas populares de este blog

"Señor, enséñame a orar"

“Cuando oréis decid: “Padre”  (Lc 11,2).    Los discípulos fascinados por las palabras y gestos de Jesús se preguntan: ¿De dónde le nace tanta vida al Maestro? Por eso le piden que les muestre el manantial que lleva en el interior, que les enseñe a orar, que les revele “eso” que le lleva a entregar la vida, gratuitamente, por los caminos.   Acoge en silencio profundo la palabra más bella, más entrañable y más nueva que Jesús lleva en su corazón: ¡Abba!   ¿Cuántas veces has dejado de orar? Por dejadez, desánimo...hay mil causas. El Padre es bueno, te espera paciente y sabe que en el fondo de tu corazón anhelas estar cerca de Él. Dile confiado: "Señor, enséñame a orar" En este mundo a veces tan chato y funesto donde pareces no estar, Señor, enséñanos a orar.  Sí, enséñanos a orar, a tener claro y a recordar que somos tuyos y no nuestros. Orar es conectar con la raíz del ser; es entrar en la onda del Padre, sin...

SAN JOSÉ

Salve, José, amante y tierno padre. Salve, guardián de nuestro Redentor. Esposo fiel de tu bendita Madre y salvador del mismo Salvador. Al buen Jesús pudiste ver sin velo y sobre ti sus miembros reclinó. Al Hacedor de tierra, mar y cielo con cuánto amor le besas y te besó. ¡Oh, qué feliz el nombre de Hijo que dabas! Ninguno fue por Dios tan encumbrado como tú, José. ¡Oh, fiel guardián de nuestro Redentor! Dichoso aquél, José, que tú proteges y el que con fe te invoca en la aflicción, jamás, jamás lo dejas sin amparo y protección. ¡Oh, San José, amante y tierno padre, santo sin par y espejo de virtud! Haznos amar a la divina Virgen y a nuestro Dios y Salvador. “Protege, oh bienaventurado José, protégenos en nuestras tribulaciones. Defiéndenos de las asechanzas del demonio, protégenos con tu patrocinio, y ayúdanos y sostennos con tu auxilio para que podamos santamente vivir, piadosamente morir y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza”. (León XIII)

Gracias, Señor.

El titulo de esta entrada me la ha do el Papa Francisco esta mañana en su tuit  @ Pontifex_es Termina un año y estamos a punto de comenzar uno nuevo. Se cierra un libro y empieza un nuevo libro con las paginas en blanco. Hoy es un buen momento para hacer balance del año, pedir perdón, dar gracias y pedir ayuda.  En el año que termina ha habido de todo, pero la certeza del amor de Dios ha estado conmigo todos los días. Su ternura la he sentido muchas veces, y muchas veces su mano me ha levantado. Gracias, Señor porque no termino el año sólo y el nuevo lo puedo empezar contigo. Por eso yo no le pido nada al 2015, yo se lo pido a Dios. En tus manos Señor pongo mi vida en este nuevo año 2015