Encontrar y quedarse...

 

«¿Qué buscáis?». Ellos le contestaron: 

«Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?». 

Él les dijo: «Venid y veréis». (Jn1,35-42).

La fe no son ideas, ni palabras huecas, ni cumplimiento de leyes, ni ritos extravagantes. No. La fe es una experiencia que se puede alcanzar si te mueves hacia Jesús; y en su compañía comenzarás a ver, a comprender, a entenderte a ti mismo, como hijo de la luz

Lo nuevo ha comenzado, deja atrás la tristeza, el dolor, el desánimo, la apatía... Él lo ha cambiado todo. Pero para cambiar, debes dejar de hacer lo mismo... Acoge el Amor que transforma e ilumina...

Jesús les hace una pregunta a quienes le siguen. ¿Qué buscáis? El ser humano es un buscador incansable de bien, de verdad y de felicidad.

Hay diálogos que transforman vidas. Hay preguntas y respuestas que marcan un antes y un después. Jesús les preguntó a los discípulos lo más profundo: ¿Qué buscáis? En este nuevo año tenemos que volver a preguntarnos: ¿Solos o acompañados? ¿Exigentes o agradecidos? ¿Confiados o temerosos? ¿Agobiados o pacificados? ¿Alegres o entristecidos?

Andrés fue, vio y quedó seducido. Se vio impulsado a traer a su hermano ante Jesús. Es el único que colma nuestras búsquedas

¿Dónde vives, Señor? Vives en el mundo, estás presente en la historia, en mi historia, habitas el corazón de cada hombre y mujer de este mundo, estás cogido de la mano de los pobres y los que sufren en este mundo... No eres ajeno a nuestra historia. Gracias por abrir la puerta al encuentro. Abre mis ojos, nuestros ojos, para sentirnos en casa, contigo, cada día.

 ¡Nadie nos podrá separar de Jesús! Ser cristiano es encontrar a Jesús y quedarse con él para siempre.

 Maestro, ¿dónde vives?

Yo habito en el cielo.
Yo habito en la tierra.
Yo habito en los hombres de buena voluntad.
Yo habito en los pobres.
Yo habito en los niños.
Yo habito en ti.
Yo habito en.....
Yo habito en mi iglesia por una eternidad.
Quiero habitar en tu vida.
Quiero vivir junto a ti.
No me cierres tu puerta, confía siempre en mi.