Mejor por tu causa
Este Evangelio nos extraña. Parece que estas palabras no han podido salir de los labios de Jesús. Sin embargo, pensemos por un momento en la vida del mismo Señor: provocó divisiones: unos a su favor, otros en contra; unos lo querían con locura, otros le odiaban a muerte.
Si somos fieles a nuestra condición de bautizados, nos ocurrirá algo semejante. Provocaremos divisiones, aunque no queramos.
"He venido a prender fuego..." Es imposible permanecer indiferente ante su propuesta, ante su Palabra, ante su llamada. Rechazada por unos y aceptada por otros. Divididos en la respuesta pero unidos en la mirada de Él.
Jesús viene a prender fuego a la tierra. Unas llamas que acaben con la indiferencia, el egoísmo, la avaricia. Un calor que provoca división, conflicto, confrontación. Donde Dios entra todo se transforma, y siempre hay quienes no están dispuestos al cambio.
Dame, María, un corazón abrasado junto al tuyo en el fuego que trae Cristo. Madre pon tu mano misericordiosa sobre nuestras angustias, conflictos, divisiones.
¡Esperamos en ti, buena Madre!
Enciende en mi corazón la llama de tu amor,
bautízame con tu Espíritu Santo,
pera ser testigo de tu amor y de tu paz en el mundo.
Señor, prende el
fuego de tu Espíritu en nuestros corazones.
Y haz que llevemos ese fuego a nuestros hermanos,
a nuestro mundo y a nuestra Iglesia.
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