¡¡¡Ha Resucitado!!!
Un proyecto de amor verdadero no puede quedar inconcluso. Cuando algo es de verdad permanece, y el compromiso de Dios con su hijo Jesús y con la humanidad no puede quedar a medias. Lo que en apariencia es distancia, frialdad, olvido, ruptura, es el reverso de la restauración, del resucitar y renacer. Nuestras vidas, todas, están inscritas en el dinamismo Pascual. Morir para ser fecundos, perdernos para reencontrarnos, caer para volver a ponernos de pie, pero renovados y glorificados.
María Magdalena va al sepulcro cuando la oscuridad de la muerte se cierne. La losa quitada la desconcierta. Va y anuncia su desesperación por la pérdida. Jesús no está. Jesús está encontrado. La muerte ha sido vencida. ¡Ha Resucitado!
«No tengáis miedo. Ha resucitado» No busquemos entre los muertos al que vive. Abandonemos nuestros prejuicios y abramos el corazón al que nos salva. Que esta Resurrección nos lleve, no a un sepulcro vacío, sino a un corazón lleno de misericordia.
No ayuda interpretar el sepulcro vacío de forma simplista: robaron el cuerpo. Tampoco es suficiente con atestiguar que los lienzos estaban tendidos y el sudario enrollado en un sitio aparte, lo que indicaba que no hubo robo. Era necesario contemplar el signo como discípulo amado.
¡¡¡Vive!!! Está en medio de nuestro mundo. Ha sido una historia maravillosa de amor entregado, de amor pleno. El amor abre los ojos para reconocerle como presente en nuestra vida, como vivo en medio de los hombres y mujeres de este mundo.
Fue su amor el que cambió nuestra vida, es nuestro amor el que hace posible que le descubramos y sintamos como vivo. ¡¡¡Ha resucitado!!!
¡Caminamos con la certeza del triunfo del Reino de la Paz, de la Vida, de la Luz, que nos da el Cordero Inmolado Victorioso!
Has resucitado, Jesús,
Tu amor es más fuerte que la muerte.
Venciste a tu muerte y a la nuestra, Jesús
Creemos en una vida nueva para siempre.
Has abierto de par en par las puertas del futuro, Jesús.
Podemos avanzar con esperanza, pase lo que pase.
Has roto los límites de lo posible, Jesús.
Nada de cuanto podamos imaginar es demasiado para Ti.
Nos has contagiado tu vida plena, Jesús
Podemos empezar una existencia de resucitados, ¡cuanto antes!
Tu Espíritu resucitador aletea en el mundo entero, Jesús,
una nueva sociedad es posible, está en marcha.
Contigo resucitó tu Palabra y tu proyecto, Jesús
Podemos llamar Padre a Dios y vivir como auténticos hermanos.
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