¿Qué debemos hacer?
"¿Cómo no sabéis interpretar
el tiempo presente?"
(Lc
12,56).
Jesús trae la última palabra del Padre a la humanidad;
sin embargo los hombres no tienen la habilidad suficiente de descifrar los
signos del reino presente en Jesús.
Descubre las pequeñas señales del proyecto de Jesús que
están brotando en nuestro momento histórico.
Da gracias a Dios por ellas.
Tu reino es vida,
tu reino es gracia,
tu reino es
justicia,
tu reino es verdad,
tu reino es paz,
tu reino es amor.
¡Venga a
nosotros, tu reino, Señor!
Saber descubrir el amor de Dios en cada momento es vivir
atento.
La vida del cristiano no es estática.
Es movimiento continuo.
Dios nos sorprende diariamente.
Lo realmente inteligente es darle gracias cada día por su
amor y por el amor de las personas que quieren nuestro bien.
Quienes nos acusan o nos tratan de «ingenuos», no son
nuestros enemigos.
Son la oportunidad de mejorar.
- Señor, que sepa leer tu Voluntad en mi vida.
Dame, Señor, unos ojos abiertos para ver la
realidad
y la sabiduría de tu Espíritu para saber lo que debemos hacer.
Desde todos los rincones
me está llamando tu voz.
Siento tu mirada
en muchos ojos que me miran.
Oigo tu palabra
en muchas voces que me gritan.
Y en aquellos que me necesitan,
veo tu mano extendida.
Eres Tú quien me pregunta
cuando veo ese niño hambriento,
o esa madre extenuada
con su hijo a la espalda.
Sé de muchos hombres
que no oyen tu evangelio,
y de otros que malviven
en chabolas malolientes,
y de muchos más que roban
para poder seguir viviendo.
Y todos ellos me gritan en silencio
que no viva tan tranquilo.
¿Qué puedo hacer yo?
Esos niños que juegan en el barro
porque no hay sitio para ellos
en la escuela,
y ese hombre sin ganas de vivir
porque no encuentra sentido a su vida,
y tantos que sufren en las cárceles,
y los que, libres, no tienen libertad,
porque otros les niegan la palabra...
Pero también en todos ellos,
y desde todos los rincones de la tierra,
me está llamando tu voz.
y la sabiduría de tu Espíritu para saber lo que debemos hacer.
Desde todos los rincones
me está llamando tu voz.
Siento tu mirada
en muchos ojos que me miran.
Oigo tu palabra
en muchas voces que me gritan.
Y en aquellos que me necesitan,
veo tu mano extendida.
Eres Tú quien me pregunta
cuando veo ese niño hambriento,
o esa madre extenuada
con su hijo a la espalda.
Sé de muchos hombres
que no oyen tu evangelio,
y de otros que malviven
en chabolas malolientes,
y de muchos más que roban
para poder seguir viviendo.
Y todos ellos me gritan en silencio
que no viva tan tranquilo.
¿Qué puedo hacer yo?
Esos niños que juegan en el barro
porque no hay sitio para ellos
en la escuela,
y ese hombre sin ganas de vivir
porque no encuentra sentido a su vida,
y tantos que sufren en las cárceles,
y los que, libres, no tienen libertad,
porque otros les niegan la palabra...
Pero también en todos ellos,
y desde todos los rincones de la tierra,
me está llamando tu voz.
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