Enciende en mi corazón la llama de tu amor,
“Tengo que pasar por un bautismo,
¡y qué angustia
hasta que se cumpla!
(Lc 12,50).
Jesús camina hacia Jerusalén en obediencia a la voluntad
del Padre afrontando decididamente toda oposición.
Tu encuentro con el Señor suscita una respuesta de fe que
puede crear división con otros valores del mundo.
Cuando la fe deja de ser mero cumplimiento y se vive
apasionadamente el amor a Dios y a los hermanos, arde nuestro corazón.
El Señor nos pide
amar y no dejarnos vencer por el egoísmo.
Cuando se ama de verdad se sufre la incomprensión y el
abandono.
Jesús quiere que ardamos en caridad, amor y servicio a
los hermanos.
Su Espíritu es una
llama de amor viva que enciende pasión y entusiasmo.
Duele la soledad y más si es provocada en Nombre de Dios.
Pero el Señor está a nuestro lado.
- Señor, dame sabiduría para saber cuándo hablar y cuándo callar.
Enciende en mi corazón la llama de tu amor,
bautízame
con tu Espíritu Santo,
pare ser testigo de tu amor y de tu paz en el mundo.
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