La conversión
“CONVERTÍOS,
PORQUE ESTÁ CERCA
EL REINO DE LOS CIELOS”
(Mt 4,17).
La conversión es una mirada del Señor que nos hace buenos.
Convertirse es vivir según una escala de valores que me
ayude a vivir de acuerdo con los principios evangélicos y haga más
enriquecedora la vida de las personas que están a nuestro lado.
La conversión
sana las de enfermedades del alma.
Convertirse es tratar con dignidad y
aprender a «dar gracias.
Jesús predicaba, pero no se limitaba a hablar;
curaba sin juzgar.
- Señor, no me dejes caer en el desencanto y la incredulidad.
- Señor, no me dejes caer en el desencanto y la incredulidad.
También la familia
la necesita.
Como los pájaros abren sus picos para respirar el aire fresco,
respiramos hoy el aire del Espíritu que nos mete en la fascinante aventura del
reino de Jesús.
“La fuerza dela familia reside esencialmente en su
capacidad de amar y enseñar a amar.
Por muy herida que pueda estar una familia,
esta puede crecer gracias al amor” (AL 53).
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